Hemeroteca Politikon - De lo posible

Compartir en Facebook y la relevancia de la información

1 Feb, 2012 - - @jorgegalindo

(Una nota «tecnológica» sobre relevancia de la información y su relación o diferencia respecto a la relevancia de la relación).

No sé si os ha pasado como a mí, pero en las últimas dos semanas mis amigos en Facebook parecen haber descubierto con pasión desatada el botón de «compartir». Como consecuencia de esto, toda la basura que antes recibía por correo electrónico y podía ignorar más o menos cómodamente (cadenas de emails sobre lo que sea: desde el hambre en el mundo hasta los Latin Kings, pasando por ositos de peluche y niños con enfermedades rarísimas), la tengo que soportar ahora en mitad del espacio que utilizo como principal vía de comunicación con mi círculo de amigos y conocidos: Facebook.

A efectos explicativos, permítanme la obviedad: la sociedad se basa en las relaciones entre personas. Para que éstas tengan lugar, ha de existir un intercambio de información entre A y B. No toda la información que produce A será relevante para B, ni toda la que produce B lo será para A. Existen distintos canales y foros de comunicación en los que volcamos una información u otra en función de con quién nos estemos relacionando, qué objetivos tenemos, reglas institucionales, etcétera. Las plataformas sociales como Twitter y Facebook pueden ser entendidas como canales, por supuesto. Sin embargo, la configuración que permiten es bien distinta. Twitter, al seguir un modelo asimétrico (eliges a quién sigues y quién te sigue te elige de forma, en principio, independiente) y basarse en la producción de mensajes cortos con enlaces, puede ser diseñado a la medida de cada usuario, creando su propia fuente y «medio de comunicación». Facebook, sin embargo, se basó desde un principio en la relación simétrica (aceptada
por las dos partes) y en las redes extendidas (amigos, amigos de amigos). Asumió, por así decirlo, que relación e información eran lo mismo, y que si A y B eran amigos, lo que A comunicase, fuese lo que fuese, sería relevante para B.

Esto funcionó más o menos bien hasta cierto punto. Expliquémoslo con un caso hipotético. Para mí es relevante estar conectado con Pepito mi amigo de la universidad. Quiero saber cómo le va, si encuentra trabajo, si se cambia de ciudad, hablar con él de vez en cuando, poder quedar para tomar una copa… Todo eso constituye un tipo de intercambio de información. Pero si a Pepito le encanta el waterpolo y a mí me da igual, esa parte no será relevante para mí. No hay mayor problema mientras Pepito no hable demasiado sobre waterpolo en el espacio que compartimos: pone una noticia de cuando en cuando y resulta incluso curioso. Sin embargo, si bajamos los costes para que Pepito hable del tema poniéndole varias fuentes que generan información (fanpages, otros amigos) y un botón de «compartir» que te estampa el resultado de todos los partidos al minuto en el mismo sitio donde ves si Pepito y otros amigos quieren quedar para tomar una copa, el ruido comienza a superar a la información relevante. Más o menos
esto es lo que le está pasando a Facebook. Al confiar toda su estrategia en la relación y no en la relevancia de la información, era inevitable que esto sucediese al incorporar el botón de «compartir» (últimamente incluso me sale en el muro cuando a uno de mis amigos le da a «me gusta» de un elemento compartido por una tercera persona, lo cual ya es el colmo), incrementarse exponencialmente el número de «amigos» que cada usuario tiene, y en un clima de, digamos, alto activismo low cost. En mi muro el ruido va aumentando, y eso es lo peor que le puede pasar a Facebook. Sin embargo, está imbricado en su propia configuración inicial, y cristalizado ahora que las redes de amigos están creadas y consolidadas.

La única solución es una solución a medias: que Facebook asigne un identificador a determinadas fuentes (fanpages desde las que se comparte) además de a cada item (fotografía, enlace, nota reivindicativa) para poder «silenciar» ambas cosas para siempre. Porque silenciar a los amigos sin perder la vinculación es algo que ya permite, y no es una solución total: como hemos dicho, una parte de la información que genera Pepito sí nos interesa. Si no hace algo como esto, el ruido crecerá, y la calidad de uso descenderá. De hecho, para mí el botón de «Compartir», diseñado tal cual y sin límites, puede haber sido más un error que un acierto.

Orgullo corporativo: eso pasa por ignorar el análisis social al diseñar una… red social.


17 comentarios

  1. Carlos Jerez dice:

    Jorge, gracias por tu análisis, pero sobre tu última frase creo que el éxito de una red social no se basa en la ausencia de problemas en ella sino en el uso habitual de sus usuarios y la base de los mismos. Vamos, google+ parece perfectamente diseñada para ahorrar muchos de estos problemas, pero a pesar de venir de toda una gran compañia, se queda muerto de hambre, tan solo usado por una minoría.

    Otros ejemplos de redes sociales con problemas pero exitosas son meneame (y similares foráneos), twitter o redes de intercambio de archivos (o de links).

    Vamos, lo que quiero decir es que aunque el análisis social puede ayudar a encontrar la causa de algunos problemas, las soluciones o las claves del éxito parecen fuera de su alcance, y la técnica de muchos probando y alguno triunfando la única solución por el momento.

  2. J.E dice:

    ¿No pasa algo así en Twitter con los RTs?

  3. Jaime dice:

    Lo que necesita facebook, y a lo que se dirige, es a un sistema que pueda asignar relevancia a las informaciones.

    De hecho ya funciona. En tu stream principal puedes asignar el orden por cronología o por «importancia» (titulares).

    Si eso funcionará bien (para mi no funciona bien) constituiría un avance importante, mientras tanto el facebook tiene opciones de visibilidad similares a los círculos de google plus pero mucho menos intuitivas en forma de listas y suscripciones.

    Las listas controlan, a grosso modo, a quien quieres mostrar tus informaciones. Lo idea es que tu amigo waterpolista se creara una lista de «peña que le importan mis filias con el agua» y sólo publicara sus cosas de waterpolo en esa lista. Tristemente, y siendo realistas casi nadie hace eso.

    Por esto es que te queda una última opción para aclarar el panorama de tu stream principal. El modificar las suscripciones que tienes con tu amigo.

    En el timeline de tu amigo (el viejo muro) hay una opcion «suscrito» que desplegada te permite elegir que tipo de actualizaciones y cuantas actualizaciones quieres recibir de tu amigo. El cuantas tambien es un sistema que, para mi gusto, aun no capta la relevancia de las informaciones pero creo que es donde más andarán trabajando.

    Todo esto es tristemente menos intuitivo que el google plus pero hay que entender que para facebook incorporar todo estos sistemas a una estructura de datos previa más simple ha tenido que hacer sudar sangre por los ojos a varias docenas de ingenieros 😀

  4. Jorge Galindo dice:

    JE, sí, pero en muchísima menor medida, y la solución es más sencilla: si yo bloqueo a, no sé, @Egocrata, no quiero que ningún tweet me salga, ni siquiera cuando alguien a quien sigo hace RT. En Twitter funciona porque se basa en que cada usuario se dedica a compartir información.

  5. Jaime dice:

    Y siempre tenemos la opción violenta de borrar a los amigos pesados y la opción más sibilina de bloquear sus actualizaciones, cosa que recomiendo en muchos casos 😀

    … el bloqueado no recibe notificación de ese hecho y seguirá invitando a cañas como si no hubiera pasado 😛

  6. Ana dice:

    De acuerdo con Jorge y aún más de acuerdo con Carlos.
    Alguien me dijo una ves q esto esra como una segunda vida pero en internet. Al fin y al cabo,segunda vida con diseñada por humanos. Si esos animalitos que pueblan el mundo y están repletos de errores.
    Y aquellos que intentan cometer los mínimos posibles y comportarse bien socialmente, suelen tener poco o difícil éxito social…

    Véase aplicado a las redes.

    Enhorabuena por el artículo Jorge.

  7. Eduardo dice:

    Estoy de acuerdo con lo que comentas hasta cierto punto, como no podia ser de otra manera.

    Desde mi punto de vista, facebook es un espacio que compartimos entre los amigos y con facebook mismo. Por lo tanto esa mencion a «mi muro» me parece un tanto fuera de lugar, dado que es el «muro de facebook, en el que pongo mis cosas». Si lo vemos desde este punto de vista, a Facebook le interesa que se genere mas y mas y mas y mas informacion, interaccion y feedback entre usuarios, independientemente de la calidad, dado que se nutre unicamente de la publicidad y la venta personalizada de informacion que nosotros como «prosumers» regalamos o intercambiamos a cambio de ese contacto que Facebook nos ofrece. Cada «me gusta» cada «compartir» es un ingreso para las arcas de Zuckerberg y compañia, lo saben y les gusta.

    Este tema que comentas, acertadamente en tu post, seria el que nos intresa a nosotros, tanto como sociologos, como analistas. Asusta pensar que nuestro «espacio prestado» se convierta en un diogenes digital de miles de interacciones que no nos interesa lo mas minimo… Pero… hay miles de alternativas que van en esta direccion y destacan precisamente por no ser redes corporativas y centralizadas.

    Sin ir mas lejos nombrare el caso de Diaspora, un bluff donde los haya (y lo digo como crowdfounder) pero que apuntaba precisamente en esta direccion.

    Soy mucho mas pesimista que lo que he leido y dudo mucho que Facebook vaya a hacer mucho para solucionar este problema, mas alla, de priorizar la informacion que ponene los usuarios en la forma de titulares, como ya esta, pero mejor.

    Me encanta la definicion final y creo que es la clave del asunto.

    Un saludo!

  8. Realice dice:

    Yo discrepo un poco de tu análisis, Jorge (vaya por delante que desconozco casi todo de la mecánica de Twitter y todo de la de google+ porque no tengo perfil en ninguno de ambos… y que me moriré sin saber bien a dónde llegan mis publicaciones en facebook :D. Así que esas limitaciones tiene lo que sigue).

    Yo no creo que facebook confunde información y relación. ‘Asociar personas por medio de cosas’… ésa es la definición que Zuckerberg dio de su invento, y yo creo que revela una comprensión un poco más sutil del asunto. Casi tan sutil como la de la teoría del equilibrio de Heider, que ya entendía perfectamente (sesenta años antes de ningún facebook) que la relevancia de las informaciones (o actividades, u otro tipo de ‘objetos’… la etiqueta ‘cosas’ de Zuckerberg tiene sentido) depende de las relaciones tanto como la relevancia y/o valoración de las relaciones depende de las informaciones/cosas. En otras palabras: que algo (incluso si nunca has oído hablar de ello o te has preocupado por ello hasta ahora) te despierta interés en función que quién(es) lo diga(n) y repita(n), a la vez que alguien despierta (o pierde) tu interés en función de lo que dice/hace/le interesa, y de cuánto de todo ello coincide contigo. El reconocimiento de esa reciprocidad entre la relevancia de las informaciones/cosas y la
    valoración de las relaciones, me parece a mí, es lo que hace de facebook un instrumento de influencia potencialmente muy, muy potente (perdón por la redundancia :)): porque no sólo configura y transforma tus opiniones (o tus actividades y tus intereses), sino que también configura y transforma tus relaciones, both in a single move.

    Dicho esto… sí estoy de acuerdo en que, sin duda, facebook necesita un rediseño urgente. No sé si de acuerdo con tu análisis (porque yo creo que perdería potencial si así fuera), pero lo necesita. Yo también estoy hasta las narices del ‘compartir’ causas de salvación de las ballenas blancas. Sólo que yo creo que prefiero que ese tipo de spam aparezca y desaparezca de mi pantalla de facebook que tener que borrarlo manualmente de mi buzón de correo 😀

  9. Es muy simple: desarrolla tu identidad digital en tu blog. Sí, ya sé que Facebook es muy inmediato y todo eso. Pero, como twitter, es devolver el ruido y la masificación a una serie de posibilidades tecnológicas (eso que produce internet y que se llama malamente «web social») que tenían (y aún tienen) el efecto contrario: dar poder a los individuos para desarrollar su comunicación con su propio control del contenido y de la herramienta. Lo más conocido es la combinación dominio propio, hosting propio y un blog.

    ¿Qué lleva más trabajo? Sí. ¿Qué es algo más complicado? Sí. Pero no sucederá ninguno de esos problemas: controlas los comentarios, decides lo que publicas y te vinculas (vía RSS y enlaces) con quien quieres y para lo que quieres.

    Seguir discutiendo los defectos inherentes a Facebook (sin entrar en el comercio abusivo de tus datos, que eso da para otra entrada) es poco útil y hasta contraproducente. La única buena salida es no depender de un servicio ajeno y crear relaciones enriquecidas donde se pueden desarrollar con verdadera libertad y control.

    Hubo un tiempo que tener blog tenía una mística. Excesivamente poética, si se quiere, pero tremendamente cierta en lo que conlleva de empoderamiento personal.

  10. Zhurrer dice:

    El sistema de Facebook es cualquier cosa menos simétrico (si así lo desea el usuario).

    El algoritmo de Facebook muestra en tu tablón las cosas que él cree relevantes para ti. Cómo lo hace? Pues básicamente en función de la información personal que tú le des, y aquí voy a poner varios ejemplos:

    Si tu ciudad de residencia es Nueva York, te mostrará más información de aquellos amigos tuyos que residan en la misma ciudad.

    Si te gusta un grupo de música, te mostrará más información de aquellos amigos que compartan tu afición, e información relevante de dicho grupo musical.

    Pero no solo se comporta en función de tu información personal, sino también del uso que le das al sistema. Más ejemplos:

    Si un amigo tuyo postea una noticia de El País, y tu abres esa noticia, empezarás a ver más noticias de El País en tu muro (lo mismo pasa con las palabras clave del titular de la noticia).

    Si un amigo tuyo postea noticias de waterpolo, y tú nunca las abres, dejarás de ver noticias de waterpolo.

    Si sueles meterte en el muro de otra persona a ver que escribe, pues al día siguiente verás más publicaciones de esa misma persona en tu muro.

    Regularmente, la gente que no tiene nada que ver con tu información, con tus intereses, ni con tu actividad, aparece para recordarte que siguen estando en tu lista de amigos.

    Esto no obstante es una descripción muy muy somera. Los algoritmos de inteligencia artificial y búsqueda de patrones que corren en los data centers de Facebook son como los designios de Dios, inescrutables.

    Para que os hagáis una idea, la nueva versión del algoritmo de Google que teóricamente muestra resultados en función de tus intereses, utiliza (y aquí hablo de memoria) cerca de 100.000 variables para generar resultados.

    Lo que es seguro, desde luego, es que Facebook no establece relaciones simétricas entre sus usuarios. Y esa es la hipótesis sobre la que se fundamenta el resto del artículo.

    Demostráis continuamente conocer TAN MAL como funcionan los principales actores de la red, que entiendo esa mezcla de animadversión y desprecio hacia todo lo que salga de Internet de la que hacéis gala continuamente en Politikon.

  11. Emilio dice:

    Pues yo también creo que es un buen artículo. Además coincido con Jaime que la solución tiene mucho que ver con la forma de organizar tus relaciones por parte de tus contactos, a lo que habría que añadir » tu propia forma de organizar e interactuar» con tu portal social (léase Facebook, Twitter o G+).
    Los argumentos de Zhurrer son bastante engañosos. Presupone que todo el mundo sabe cómo se comporta Facebook y eso, tal como dice, nadie lo sabe (salvo él) y es aplicable igualmente al algoritmo de búsqueda de Google.
    La clave no es tanto saber si Facebook va a acertar con su algoritmo como si la percepción del usuario se corresponde con lo que espera. De nada sirve usar 100.000 variables si finalmente en el muro de Facebook sigo percibiendo que ese algoritmo no funciona porque probablemente se necesiten otras 50.000 variables distintas más.
    Yo apenas uso Facebook y no lo hago porque está más que demostrado que el usuario de Facebook no tiene un gran control ni sobre a dónde van a para sus datos ni sobre los datos que recibe de los demás. Sin ser perfecto, G+ lo hace mejor porque es más simple.
    Y ahí está la clave: en la simplicidad. Triunfará el servicio de red social que te haga sentirte dueño de la información que compartes y comparten contigo, de una manera clara y sencilla.
    Lo veremos. Tiempo al tiempo.

  12. Jessica dice:

    Facebook es el nuevo hotmail… O va camino de serlo y de tener el mismo futuro en unos años si no lo remedian. Y entonces G+ será el nuevo gmail. La historia se repite.

  13. Shine dice:

    Facebook sirve para comprobar lo calvos y gordos que están tus compañeros del colegio. Para todo lo demás hay muchas mejores herramientas.

  14. Zhurrer dice:

    @Emilio

    Que tu no sepas como funcionan los algoritmos de Facebook o Google no los hace simétricos o asimétricos…

    Por otro lado, por supuesto que conocemos como funcionan dichos algoritmos. Oiga, usted nunca ha oido hablar de algo llamado SEO?

    Otra cosa es que se conozcan en su completitud y exactitud, por poner un ejemplo, el peso de cada variable en el resultado final.

  15. […] cierto sesgo. Aún así, toda vez que uno tiene una saludable diversidad de contactos allí y que Jorge Galindo ha escrito sobre los problemas de Facebook por su naturaleza original (contactos basados en lo […]

  16. Emilio R. Priego dice:

    Perdona Zhurrer que no conozca bien un algoritmo que usa 100.000 variables o como tú mismo indicas «Los algoritmos de inteligencia artificial y búsqueda de patrones que corren en los data centers de Facebook son como los designios de Dios, inescrutables. «.
    Lo que quiero decir, es que la mayoría de la gente no conoce ni tiene por qué conocer esos algoritmos ni actuar en función de ellos. Si fuesen más simples seguro que sí los conocerían. Por eso pongo de ejemplo Google+. Un algoritmo tan simple como «si está en ese círculo lo ve y si no no lo ve» lo entiende todo el mundo. Ese tipo de soluciones son mejores que complejos algoritmos que es imposible que funcionen bien para todos.

  17. viperhoot dice:

    No podría estar más de acuerdo con lo que expones líneas arriba.

    Ha llegado un punto en el que la «bulla» que genera gente que me interesa me pone en dudas sobre si esta red social me mantiene «al tanto de ellos», o simplemente hace que poco a poco les empiece a perder el interés.
    Ironías.

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