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Un impuesto para los bancos: ¿por qué exactamente?

12 Jul, 2011 -

Algo que ha resurgido desde el principio de la crisis a la vista de los rescates es la idea de poner un impuesto a los bancos. La idea común, según he podido leer es que es injusto que los bancos socialicen sus pérdidas cuando hay que rescatarlos, pero la sociedad no participe en los beneficios cuando las cosas van bien: si les ponemos un impuesto, volveríamos a equilibrar la situación. En este post voy a intentar reconstruir este argumento de forma un poco técnica y ver lo sólido que es.

Haciendo que otros soporten tu riesgo

La idea de escribir el post me surgió leyendo este artículo en VOX. El problema del funcionamiento del mercado bancario es que hay básicamente lo que en economía llamamos una “externalidad”: una situación donde el individuo que toma la decisión no soporta todo el coste de su decisión y por tanto es probable que no tenga los incentivos adecuados. Por un lado, los recursos de un banco solo son en una proporción muy pequeña de sus propietarios (accionistas): el resto es de sus depositantes (prestatarios).
Si el banco tuviera un solo depositante, entonces seguramente el depositante tendría incentivos para vigilar al banco para que no se vuelva insolvente. Pero los depositantes del banco están dispersos, son múltiples y están a menudo desinformados. Como no vigilan suficientemente bien al banco y como el banco sabe que si se vuelve insolvente ellos pierden pero si gana mucho, gana él, el banco tomará un riesgo excesivo.

Un argumento similar se a nivel macroeconómico. Por razones de estabilidad financiera, los Estados no pueden dejar quebrar a determinados bancos porque crearía un pánico generalizado. Los estados se comprometieron a dejarlos quebrar y la crisis reciente ha demostrado que el compromiso no era creíble. En esta situación, de nuevo, los incentivos de los bancos serán los de tomar un riesgo excesivo porque ellos solo soportan una parte de ese riesgo: si las cosas salen bien, se llevarán los beneficios, si salen mal, paga el contribuyente.

Estos dos problemas son argumentos respectivos para tomar medidas microprudenciales (primer caso) y macroprudenciales (segundo caso). Un impuesto, según he entendido el argumento, sería una forma de abordar este problema.

Gravando el riesgo

Si graváramos con un impuesto el riesgo que toman los bancos, estaríamos realineando los incentivos de los bancos con los de la sociedad y si logramos que esto ocurra, podremos confiar en que no tomen más riesgo del que es socialmente eficiente tomar.

Una forma de pensar en el problema es como si el gobierno ofreciera un contrato de seguro a los bancos: si quebráis, os rescatamos, pero a cambio de que paguéis una prima. La prima, para ser “actuarialmente justa”, debería ser proporcional al riesgo que tomen- es decir, a la probabilidad de que sean rescatados y a las perdidas esperadas. La razón para que esto no sea un seguro normal, voluntario, sino obligatorio es que determinados bancos, suficientemente interconectados y suficientemente grandes, es imposible renunciar a ser rescatados: son demasiado grandes para caer.

Ahora bien, si lo que vamos a gravar es el riesgo –es decir, si queremos que los bancos que representan un mayor riesgo paguen más- necesitamos tener una buena medida del riesgo de impago. A diferencia de otras cosas, como la renta o la riqueza, el riesgo que presenta una institución no es fácil de evaluar a la hora de cobrar el impuesto. Para que el impuesto no creara distorsiones adicionales (por ejemplo, hiciera que los bancos adquirieran unos activos y no otros, adoptaran unas prácticas y no otras, solo para esquivar la regulación), esto debería basarse en un análisis contable financiero suficientemente detallado del balance del banco: qué parte los activos a largo plazo están financiados con pasivo a corto plazo, qué nivel de apalancamiento, cuál es la probabilidad de impago de los distintos pasivos,… El tipo de medida que sugiere el artículo de VOX, de basarlo en los beneficios y en la wage bill de los bancos me parece incoherente con la idea de gravar el riesgo (pero estoy abierto a ser convencido ¿en
qué medida es un indicador del riesgo los beneficios del banco?)

Problemas de aplicación y la equivalencia básica con la regulación bancaria

Aplicar un impuesto a los bancos de este tipo es probablemente complicado porque requiere un análisis ad hoc de cada banco. Analizar el balance del banco para determinar el riesgo de que el banco quiebre es complicado e incorpora un grado importante de subjetividad. Sin embargo, está lejos de ser imposible.

Al fin y al cabo, esto es exactamente lo que hacemos ahora con la regulación bancaria: tenemos una forma relativamente elaborada del riesgo que presentan los bancos y en función de eso determinamos sus requisitos de reservas o las provisiones que tienen que hacer. Si uno piensa que esto es complicado de aplicar, debe darse cuenta de que lo único que estamos haciendo es transformar a los Inspectores del banco de España en Inspectores de Hacienda.

No obstante, en mi opinión esto es una victoria pírrica para la defensa del impuesto. El análisis que he hecho más arriba es muy sólido porque es, grosso modo, la misma defensa que se puede hacer para la regulación bancaria. Cuando regulamos los bancos, lo que hacemos es básicamente obligarles de una forma bastante directa a mantener un nivel de riesgo aceptable: tener provisiones para las pérdidas, gestionar bien su riesgo de liquidez, no endeudarse en exceso, tener una política de créditos sólida, etc… Si el banco quiere tomar más riesgo, le obligamos a que mantenga una pila de dinero en algún sitio por si las cosas salen mal. Lo único que cambia un impuesto sobre este análisis es que esa pila de dinero no se va a guardar en el balance del banco, sino en las arcas del Estado: el Estado va a recaudar cada día dinero de los bancos que va a usar en algún momento para rescatarlos en caso de que se vayan a pique, es como si el Estado estuviera provisionando las pérdidas en el lugar del banco –es decir, no vamos
a usar ese dinero para dar subsidios. ¿Hay alguna diferencia? Sí, pero es básicamente menor: la mayor parte de la medida, empezando por la justificación económica y terminando por la aplicación, es prácticamente idéntica. Luego lo que los partidarios de la medida deberían explicar es ¿por qué abogan por un impuesto y no por la regulación bancaria?


Sin comentarios

  1. Demócrito dice:

    Hombre, la diferencia es que aseguras el riesgo. Por muy bien hecha que esté una regulación, siempre hay huecos. Si exijo un seguro obligatorio, pagas la cagada por adelantado. La pregunta más bien sería: ¿por qué no exigir un seguro obligatorio privado orientado a cubrir este tipo de riesgo? Que sean las compañías de seguros entonces (entre otros) las que se esfuercen por mensurar adecuadamente los riesgos de los bancos. Aunque los problemas de riego moral e información asimétrica se mantienen, introduces un agente especializado en mensurar riesgos MUY interesado en que la cosa no explote.

  2. cives dice:

    «la diferencia es que aseguras el riesgo. Por muy bien hecha que esté una regulación, siempre hay huecos.»

    No has entendido nada. La única diferencia a este respecto es que el dinero lo va a guardar el Estado en vez de el Banco. Si hay huecos en los la regulación, los va a haber siempre en la misma medida en la evaluación del impuesto, porque estamos usando las mismas medidas de riesgo para calcular las reservas y provisiones que para calcular el impuesto.

  3. Francisco dice:

    Y por que mejor lo siguiente?

    1 – Partir la banca en dos partes CLARAS, Inversiones (Totalmente libre y des regulada) y Banca Comercial (controlada hasta lo más mínimo)

    2 – El que se mete en banca de inversiones ES SU PROBLEMA, asume el riesgo y sabe que NUNCA se le rescatará si es que hay problemas.

    3 – No se socializa nada, por que yo tengo que pagar por los bancos griegos? o por Bancaja?

    4 – ¿Porqué mas control y regulación?

  4. Alnair dice:

    La solución al problema moral del riesgo es encadenar el capitán al barco. Si el segundo se hunde, el primero le acompaña hasta el fondo.

    Si cada vez que se rescata un banco, a toda su cúpula directiva se le embargase 3 veces todos sus ingresos (incluidos bonus, stock-options, planes de pensiones, etc) de los últimos 5 años, ya procurarían esos directivos no entrar en situaciones de riesgo. Ver: http://www.gurusblog.com/archives/bancos-rescatados-directivos-embargados/11/07/2011/

  5. cives dice:

    Aquí que es importante que os metáis algo en la cabeza: si un banco (de inversión, comercial o del tipo que sea) presenta un riesgo sistémico, ese banco va a ser rescatado por mucho que los gobernantes se den golpes en el pecho diciendo lo contrario. Eso va a ser así mientras vivamos en una democracia o en una dictadura donde los gobernantes den un mínimo de valor a lo que ocurre en la economía. Lo contrario es una política inconsistente temporalmente.

    Es cierto que en algunos casos esto viene de problema de gobierno corporativo, pero las medidas ex post no solo no son suficientes (es como decir «dejemos que la gente tenga bombas nucleares y si alguno se pasa, bueno, pues lo matamos), además son posiblemente contraproducentes; uno tiene que afectar a la situación ex ante: http://politikon.es/materiasgrises/2011/04/15/%C2%BFdebemos-condenar-a-muerte-a-los-banqueros/

  6. Demócrito dice:

    No, no es lo mismo en absoluto. Tú has dicho obligar a aumentar el aprovisionamiento propio u obligar (vía impuestos) a aprovisionar un fondo de contingencia de la administración pública, en función de criterios de riesgo. Hay una gran diferencia: si el banco implosiona de veras, si las cuentas se maquillan, si un regulador majara les permite utilizar el fondo para cosas que no son, etc… la administración puede encontrarse con que no queda nada, nada de nada. Si lo pagan por adelantado, al menos el riesgo está cubierto en parte (depende de cómo nos desviemos respecto al riesgo real a la hora de determinar el impuesto) La diferencia no es poca: es la de fiarse de sus cuentas o no. Yo no me fío, prefiero el pago por adelantado.

    Un ejemplo simplón que se me ocurre:

    Yo me compro un coche. Si me golpeo con alguien puedo causarle daños muy graves que exigen gastos hospitalarios estratosféricos que no pueda abordar. ¿Soluciones?

    1.- El estado me obliga a aprovisionarme para un futuro golpe, en función de unas medidas de riesgo. Problema: el riesgo lo define la administración, y además puedo gastarme lo aprovisionado y luego no pagar.

    2.- El estado me clava X euros al mes según los criterios antedichos. Ahora ya no hay truco, porque han puesto la venda antes de recibir la pedrada. El problema de mensuración del riesgo por parte de un agente no especializado en ello se mantiene, eso sí. Y el de que el estado se lo gaste en cosas que no son el fondo de contingencia, también, of course.

    3.- Me exigen un seguro obligatorio, que he de pagar a una aseguradora privada (respaldada por una red de reaseguradoras, una aseguradora pública y etc…). Es la aseguradora la que mide el riesgo (es su trabajo) y la que me cobra en función de esa mensuración. Aseguradora que además, está muy interesada en no equivocarse.

    P.S: Y no te pongas estupendo presuponiendo que no entendemos nada. A ver si se te quita esa fea manía.

  7. Alnair dice:

    No, si ya tenemos claro que el dinero no va ha aparecer.

    Solo proponía un sistema en el que se equivoque, pague por sus equivocaciones. Del mismo modo que el que hizo una hipoteca y se quedó sin trabajo, probablemente ahora no tiene casi y sigue con deudas, los directivos de los bancos rescatados tambien sufran las consecuencias de sus errores.

    Lo que no es creible es que esos directivos entregaran 300.000 millones a los promotores con la convicción que en España se consumiría todo ese ladrillo adicional (las hipotecas particulares suman 600.000 millones). Es más creible que prestar ese dinero les proporciona unos bonitos ingresos hoy, y que mañana ya se apañarán accionistas y contribuyentes.

    Tampoco es necesario condenarlos a muerte (como parodias en el post que enlazas) pues igual sería contraproducente, pero lo que si se ha demostrado malo es que no tengan «condena» alguna por arriesgar lo que no es suyo.

  8. cives dice:

    » si el banco implosiona de veras, si las cuentas se maquillan, si un regulador majara les permite utilizar el fondo para cosas que no son, etc…»

    Si las cuentas se maquillan, tampoco les puedes cobrar el impuesto, si los recaudadores les cobran menos impuestos, tienes el mismo problema. Para cobrarles el impuesto tienes exactamente el mismo problema de información asimétrica.

    No me pongo estupendo; presumo que no has entendido nada porque si hubieras pensado en esto con un modelo verías que los modelos que se usan para estudiar la regulación casi los mismos que para pensar en los impuestos.

  9. Demócrito dice:

    No, Cives. Ellos pueden ofuscar el nivel de riesgo y conseguir que les cobres menos impuestos por ello, eso ya lo acepto arriba. Lo que no puede hacer es dejar de pagarte lo mucho o poco que tengan que pagar. Quizá sea menos de lo debido, pero un porcentaje nada desdeñable está en tu bolsillo antes de que se vaya todo al carajo, o de que a un regulador a la Greenspan diga «fondos de contingencia para qué, chicos, si el mercado es perfecto». Dejándolo en sus manos te puedes encontrar con que el «fondo de contingencia» se ha evaporado antes de poder ser utilizado. Reconozco, eso sí, que el modelo de hacérselo pagar por adelantado quizá profundice el riego moral, porque entonces pueden pensar: «yo ya he pagado, así que tengo derecho a hacer lo que me de la gana». Como los piratillas con el canon, vamos.

    Por eso te comentaba la otra opción, de aseguramiento privado pero obligatorio, como una posible solución. Algo meramente intuitivo que puede ser perfectamente imposible, pero cuyas objeciones me gustaría conocer.

  10. Ignacio dice:

    Francisco, ese sistema de banca de inversión desregulada + banca «tradicional» (un banco comercial es otra cosa) es _exactamente_ lo que existía en EE UU antes de la crisis y fue la principal causa de la generación de una burbuja financiera espectacular en dicho país (a mayores, la política de Greenspan añadió gasolina al fuego).

    Tu consejo sería excelente si lo que queremos es una nueva burbuja financiera y un nuevo Lehman Brothers. Pero no es el caso.

  11. Tito el Elfo dice:

    Ignacio, te equivocas. Glass-Steagall, la regulacion de los 30 que exigia la separacion entre banca de inversion y banca comercial, fue abolida en 1999.

    La ley anterior funciono MUY bien. Fue su abolicion la que rompio el sistema.

  12. cives dice:

    Tito

    No sé qué tendría Ignacio en mente, no obstante, el argumento es defendible: la aparición del shadow banking es lo que ha sido un problema, una banca paralela haciendo labores de banca pero no regulada como banca. La crisis nos muestra que, en contra de lo que pudieron pensar Paulson o Bush en un momento dado, no los puedes dejar caer.

  13. ignacio dice:

    A riesgo de equivocarme y ser apisonado dialecticamente por Cives, si se cobran impuestos al banco, el «aprovisionamiento» en manos del estado crece intertemporalmente, mientras que si la provisión la hace el banco oscila en función de los parámetros que se usen para determinar su cuantía y sólo aumenta intertemporalmente si estos aumentan.

  14. Iracundo dice:

    Nunca he sido partidario de estas nociones de «tó p’al pueblo», que son las que respaldan según qué reivindicaciones. Aunque resulta bastante evidente que algunas objeciones aquí desplegadas obedecen al clásico axioma, muy conocido en otros bebederos, de «la imposibilidad del paso de zebra»: también conocido como «ahogarse en un vaso de agua».

  15. claudio dice:

    «Pero los depositantes del banco están dispersos, son múltiples y están a menudo desinformados. Como no vigilan suficientemente bien al banco…»

    El que el Estado me asegure mis depósitos (hasta 100.000€ actualmente) también hace que me desentienda de vigilar al banco en que los tengo.

  16. […] artículo de ayer de Cives sobre regulación bancaria es muy interesante, pero creo que llega a conclusiones erróneas. Desde un punto de vista […]

  17. Burke dice:

    «El que el Estado me asegure mis depósitos (hasta 100.000€ actualmente) también hace que me desentienda de vigilar al banco en que los tengo.»

    Cierto, cuando el sistema de garantía de depósitos no existía, el personal hacía un escrutinio exhaustivo de la situación de su banco, cosa además tremendamente sencilla, dada la transperencia y sencillez con la que es y era posible acceder a la información sobre la situación interna de los bancos.

  18. […] otro engendro, que seguramente pondrá de los nervios a Cives, es mucho menos sutil: impuesto al canto. Ya que no podemos forzar que los bancos se traguen parte […]

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