Ahora

La representatividad de quienes no se sienten representados

21 May, 2011 - - @jorgesmiguel

Siguiendo con la acampada/revolución/whatever española, un detalle del que, creo, no se está hablando lo bastante es cuál es la representatividad real de los acampados. Una cosa es que el clima político del país esté notablemente enrarecido, con mucha gente cabreada por muchos motivos más o menos coincidentes con los que animan la protesta callejera, y otra muy distinta que la soberanía nacional se haya trasladado a Sol como ya se temen algunos. Sin entrar en cifras concretas, es muy discutible hasta qué punto podemos hablar de que «España» se echa a la calle o protesta, aunque está en la misma naturaleza de los movimientos populares magnificar su representatividad. Buena parte de esa percepción de movimiento masivo se debe, por cierto, a los tan criticados medios de comunicación tradicionales. Y, por supuesto, al sempiterno efecto de focusing
illusion
de internet.

¿Importa realmente el número? Al contrario de lo que decía Quim Monzó el otro día, por supuesto que se puede hacer una revolución con el 0,037% de la población. Y con menos también; de hecho, así es como se hacen las revoluciones. Lo que no se puede hacer es una regeneración democrática.

En cualquier caso, mañana sabremos algo más.


Sin comentarios

  1. Manel dice:

    Y todo ello daría pie a otro interesante aspecto de la cuestión: ¿qué pasa con quienes no se sienten representados ni por los representantes ni por los no representados?

  2. Vandel dice:

    El problema es justo la representatividad, las asambleas en cuestión y demás, no han sido elegidas por nadie y es ahí donde pierden su legitimidad.

    Salu2

  3. Pues estoy de acuerdo. En España tenemos democracia. Imperfecta, mejorable. Pero en última instancia, hay momentos donde todos los ciudadanos pueden expresar su opinión de forma controlable cuantitativamente.

    Si mañana, después de todo el revuelo mediático, los españoles no validan la #spanishrevolution… habrá que replantearse las cosas. Habrá que trabajar más en el día a día, y esperar que para la próxima hayamos sido capaces de convencer a más gente.

    Porque en última instancia, la democracia consiste en eso. En plantear propuestas, en someterlas a la valoración de los ciudadanos… y en aceptar su decisión. Otra estrategia sería profundamente anti-democrática.

  4. natalia dice:

    Creo que las asambleas, el software informático que se está usando para tomar decisiones, los manifiestos no son más que un ejercicio de realidad que muestra que existen narrativas comunes entre colectivos de población diversos y que otros modos de construir sociedad son posibles. Creo que no deben ser nada más que ejemplificadores de otros caminos…

  5. Jorge San Miguel dice:

    Yo es que, lo siento, pero no veo la novedad radical de todo esto. Es, parafraseando a Lenin, asambleísmo de toda la vida más electricidad. Con todos sus problemas y limitaciones de siempre. Los microchips no anulan a Arrow, Condorcet ni Michels.

Comments are closed.