Cuando un país tiene que pagar un 26,2% para pedir dinero prestado a dos años, parece meridianamente claro que los mercados te están enviando una señal. Nadie se fía de tí; todo el mundo está dando por hecho que tarde o temprano vas a decir que no puedes pagar tus deudas, y vas a decir a tus prestamistas que no piensas devolver todo ese dinero. Es algo obvio; los mercados no creen que vas a pagar.
Los políticos europeos, sin embargo, han decidido que la opinión colectiva de los mercados es errónea. En Europa, un estado paga sus deudas, se dicen; si deja de hacerlo, el resultado será un desastre de proporciones Lehmánicas. Grecia va a pagar, y están dispuestos a quemar el país hasta los cimientos para demostrarlo. Todo es cosa de un rescate más, un empujón más, un recorte fiscal más, y los tipos de interés bajarán, los griegos aceptarán recortar sus salarios para dar un 10% de lo que producen cada año a banqueros franceses y alemanes y todo será mejor.
Es incomprensible. Los mercados financieros internaciones quizás temen una bancarrota griega, pero la dan por hecha. Todo el mundo parece entender que es completamente imposible que esa gente devuelva lo que debe, no importa cuántos rescates organicemos. Esto no es como el desastre de Lehman el 2008, cuando un agente con una pila de transacciones incomprensibles dejó de mover dinero sin avisar, y nadie tenía ni puñetera idea quién se había quedado con el culo al aire. Grecia lleva ahogándose a cámara lenta desde hace casi tres años, el único dinero que mueve es un activo sencillo y comprensible como es deuda pública, y a estas alturas estoy (relativamente) seguro que todo Dios que tiene algo que perder en una bancarrota sabe de sobras dónde están las salidas de emergencia.
Hemos llegado a un punto completamente surrealista: los mercados han aceptado lo inevitable, pero los políticos europeos no. Aunque todo el mundo da por hecho que en Grecia los prestamistas se van a comer un marrón, los gerifaltes de la UE siguen discutiendo, negociando y pegándole palizas ocasionales al contribuyente griego de turno gritando «que no cunda el pánico» a pleno pulmón.
Lo más patético, sin embargo, es el absurdo político que esta especie de fantasía rescatadora para los políticos del norte de Europa. Merkel se ha pasaso un año y medio llevándose de tortas en casa para dar un horriblemente impopular (y patéticamente inadecuado) salvavidas a los griegos, todo para evitar tener que rescatar unos cuántos bancos franceses y alemanes que se han pillado los dedos salvajemente. Como el problema griego no es de liquidez, sino de solvencia, esta ayuda nunca es suficiente, así que siempre hace falta más dinero. El resultado es que un año y medio después, la maniobra de Merkel para evitar dar dinero a sus banqueros se ha convertido en una pesadilla política en casa, un desastre para Grecia, y una catastrofe potencial para toda la eurozona. Estupendo.
Los políticos son más crueles que los mercados. Quién lo iba a decir.
Vivir en Grecia me sirvió para ver que no hay que ir por el mundo ayudando a según qué gente. Es un país estructuralmente antioccidental y con unos índices de corrupción alucinógenos. Si se ahogan debería ser su problema.
No, si ahogarse se van a ahogar. Un default duele algo serio.
Lo que no es de recibo es tenerlos con el agua hasta el cuello y tener a Merkel metiéndoles la manguera en la boca.
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Algunos llevais meses hablando de lo justo que es que los prestamistas puedan imponer ciertas condiciones, por malas que sean, que mucho peor es el default, y que las responsabilidades hay que pedírselas a los políticos de los paises implicados.
Aparte de mi habitual crítica a la «ignoración» sistemática de las causas de ese déficit, habrá que añadir lo que también veníamos señalando:
Que esas condiciones draconianas que tan «juiciosamente» imponen los prestamistas, son prácticamente garantía de que no te puedan devolver el pago. Que se ha visto ya en varias ocasiones, que se está viendo ahora mismo en Grecia (y va a suceder exactamente lo mismo en Portugal que tras los recortes anunciados entrará en recesión) y que se seguirá viendo en un futuro, mientras algunos aplauden con las orejas las «ayudas» y «rescates».
«todo para evitar tener que rescatar unos cuántos bancos franceses y alemanes que se han pillado los dedos salvajemente.»
Yo creía que el rescate a Grecia era una forma de rescatar a los bancos sin que se vea tanto lo que se hace. Al fin y al cabo le damos dinero al país heleno para que pueda devolver lo que debe a esos bancos y luego declare la bancarrota pasando las pérdidas a los Estados, ¿no se trataba de eso? Bueno para los PIIGS, a lo mejor se trataba de infundar una falsa seguridad sobre su propio país. A saber que estúpidas alianzas mueven la política económica europea.
Por supuesto me da la misma impresión de que Grecia se debería haber declarado en bancarrota y no comerse un ajuste mal hecho, pensando en reducir el déficit a corto plazo más que en la solvencia largo. Mi pregunta para los que conocen mejor la política griega, ¿es capaz el país de llevar a acabo las reformas necesarias para mejorar su solvencia o solo le queda el camino de empobrecerse cada vez más?.
[…] Watch my dance. A lo mejor se produce un milagro y no pasan a la final porque el público sabe que dentro de unos meses nos van a joder a todos, pero el país más corrupto de Europa estará en la final porque tiene público que lo vota. No […]
«Algunos llevais meses hablando de lo justo que es que los prestamistas puedan imponer ciertas condiciones, por malas que sean»
En realidad no. Algunos llevamos tiempo diciendo que lo que caracteriza a un préstamo es que el tipo que presta lo hace de forma voluntaria -es decir, condicionando el préstamo a sus condiciones,. Cuando el Estado recibe dinero de alguien que no se lo transfiere de forma voluntaria se llama «impuesto».
Cuidado Cives, no vayas a acabar como Shylock. No todas las condiciones son asumibles o aceptables, y recurrir a la usura frente a la necesidad del projimo ha sido, es y sera siempre condenable.
Zhurrer, lo hablas como si Grecia fuera una pobre madre que ha pedido dinero para dar de comer a sus hijos.
Estamos hablando, por recordar, de un país que en los últimos años ha montado unas Olimpiadas que le chuparon del 3% del PIB, un mundial de atletismo, un mundial de baloncesto y que falseó cuentas mientras el Gobierno de entonces bajaba impuestos y aceptaba prestamos.
Grecia más bien fue un nuevo rico que se compró un Audi y un apartamento en la costa y ahora resulta que no tenia ni un chavo. A mi me daria pena que alguien acabará en la puta calle a vivir de la mendicidad (Que es el camino que lleva Grecia), pero no nos engañemos sobre cual fue el camino que le llevó a la calle…
Este articulo deberia ser utilizado como referencia para entender la situacion actual de la Eurozona:
http://tinyurl.com/5w4lnt8
[…] Resistiendo lo inevitable en Grecia […]
[…] quedaba. Lo que se supone sabe todo el mundo, y nadie se atreve a decir en voz alta, es que Grecia tiene un trabajo imposible, ya que nunca van a poder pagar la deuda. Los representantes españoles, sin embargo, tenían otra […]
[…] está en bancarrota; no pueden pagar sus deudas. El algo que todo el mundo sabe desde hace tiempo. Joder, hasta las agencias de calificación se han enterado, y mira que siempre llegan tarde a […]
[…] al artículo anterior, “resistiendo lo inevitable en Grecia“. Decía entonces que el estado heleno estaba en bancarrota, y como antes lo aceptaran los […]