Llevamos ya con el tema de los blogs, las redes sociales, el conocimiento compartido y todo esto algo así como 5-8 años. En política y dentro de ella, podemos sumar (no exagero) decenas de miles de eventos, cursos, formaciones, cursillos, seminarios, jornadas, conferencias sobre el tema, que buscan difundir La Palabra del 2.0 y enseñar a las masas sedientas de conocimiento cómo utilizar estas herramientas que les va a abrir uno y mil caminos en un mundo nuevo. De estos caminos, los límites y las posibilidades del nuevo mundo, ya hemos hablado largo y tendido (véase, por ejemplo, Los límites del 2.0). Lo que aquí me ocupa es otra cosa.

Acabad con esta expectativa. Es imprescindible, necesario, ineludible, asesinarla, matarla, ahogarla hasta que no respire. Porque, aunque parezca paradójico, esta es la única manera para aprovechar de verdad, y al máximo, todas estas herramientas 2.0. Mucho se ha comentado desde foros criticos el ombliguismo crónico del mundo dospuntocerista. Hemos gastado más (mucho más) del 50% del tiempo de estos últimos años en pensar, debatir, comentar lo que vendrá o lo que ya está aquí, intentar enseñarnos unos a otros, tratar de mostrar el potencial… y, mientras tanto, nos hemos olvidado de que el movimiento se demuestra andando. Los gurús del 2.0 han contribuido a esta parálisis, probablemente de forma no intencionada (presunción de inocencia y tal). El título del libro de Enrique Dans es paradigmático: «Todo va a cambiar». No, oiga, es que ya está cambiando, y su audiencia se lo está perdiendo porque usted hace un discurso autorreferencial. Mientras, instituciones y empresas siguen
mirando con una mezcla de ansia, ilusión y desconfianza. Porque al final verán que nos dedicamos solo a explicar y no a hacer. Por eso me gustan tanto las iniciativas como Abredatos, que realmente proponen un «vamos a dejar de hablar y vamos a hacer cosas. Ya tendremos tiempo de comentarlas día a día». La reflexión y la formación no deben desaparecer, claro, pero sí disminuir, muchísimo, en el porcentaje sobre el monte total de la economía en torno al 2.0. Y es que además tanto evento, tanta creación de marca 2.0, lo que hace es fomentar esta visión tan del siglo XX, tan de los medios tradicionales, y que tanto criticamos los nativos digitales, de percibir «internet» y «las redes sociales» como un mundo aparte del real.

Las organizaciones, en gran parte por culpa nuestra, no saben lo que quieren, así de claro. Pero yo sé, o creo saber, lo que no necesitan: escuchar aún más que todo va a cambiar. No más charlas, eventos, conferencias, enseñanzas, introducciones. Más acción, iniciativas, aplicaciones, gestión diaria de la comunicación, estrategias integradas online y offline. Vale, reflexionemos de vez en cuando. De acuerdo, trabajemos en documentos marco y en difusión. Pero no centremos nuestro trabajo en eso. Porque eso es especular. Y la especulación solo lleva a una cosa: a una burbuja. Y ya sabemos lo malas que son las burbujas para todos los que están dentro de ellas.


11 comentarios

  1. J.E dice:

    El 2.0 será una revolución cuando para nadie sea revolucionario,.

    Lo mismo que dijo Casciari hace tiempo en lo que es uno de los mejores análisis del tema que he leído: http://orsai.bitacoras.com/2008/11/una_charla_sobre_la_muerte_de_los_blogs.php

  2. Pozí. El «problema» (especialmente para quien quiera vivir del dospuntocerismo) es que es un concepto que, aplicado a las vidas cotidianas, no da más de sí. Se usa, y ya está. Se establecen relaciones, se intercambian conocimientos, se plantean colaboraciones… y ya está. Lo mismo que se ha hecho toda la vida, solo que ahora ayudados con otros canales que nos dan más «rango de alcance». Pero no creo que haya campo para más.

    Obviamente, vender que «esto es así de simple» no da para vender libros, hacer conferencias y sesudos estudios. Hay que vender lo complicado que es, debatir sobre cualquier detalle-matiz como si fuesen cuestiones verdaderamente relevantes, inventarse palabros y hasta profesiones.

    Y, mientras tanto, miles de personas cada día «son 2.0» sin más aspavientos. Sin haberse leído un libro, ni leído ningún estudio. Simplemente, lo son.

  3. Arnau dice:

    Pero tu sabes la de pasta que se levanta? Por eso le llaman «innovación»… cuando quieren decir «marketing de afiliados».

  4. J.E dice:

    Por ampliar (Y dejarlo más erudito):
    El problema es concebir esta revolución como una revolución política; En la esfera política una revolución es lo que estamos viviendo actualmente en Egipto: Algo súbito, señalado, que conmueve las raíces del momento.

    Las revoluciones industriales/tecnológicas no funcionan así. Son un proceso largo (Décadas o incluso milenios) en lo que la innovación va calando en las diferentes sociedades, modificando el modo de hacerlo (Los medios de producción modifican lentamente la superestructura, por decirlo a lo marxiano).

    El verdadero avance no se produce cuando se es consciente del avance. La maquina de vapor es revolucionaria no cuando Stephenson montó la cafetera con ruedas, sino cuando la economía británica no se concibe sin ferrocarril.

    Si la clave hubiera estado en la simple adoración del invento, no tendría valor alguno: Herón de Alejandría dejo descritas varias maquinas de vapor y no sirvieron para absolutamente nada. Solo cuando se encuentra valor en el avance, este se incorpora a la estructura económica y empieza la verdadera revolución.

    La revolución del 2.0 será cuando este incorporado a la lógica de nuestra sociedad. Si no, Dans no será más que otro Herón.

    PD: Se me acaba de ocurrir que el legado más importante que nos dejó al Revolución Industrial no fueron los avances técnicos concretos, que podían haber llegado antes o después, sino implantar la idea del avance técnico por sistema, como fase natural de la economía.

  5. Marc dice:

    Joder! ¿Entonces que hago? ¿Paralizo el evento estamos montando..? 😉

    mmmm…

  6. asmodeus dice:

    ¿Y a qué se iban a dedicar entonces los gurús, «SEO experts», los «social media experts»…?

    Con lo bonito que queda vender revolucionarias estrategias dospuntoceristas, con sus rimbombantes discursos sobre cómo cambiará el paradigma de la comunicación entre los seres humanos, entre la empresa y sus clientes (la Administración Pública siempre va cinco años por detrás en estas cosas, y la política diez), y cómo relanzará a la empresa x a un nivel nuevo de modernidad y excelencia, cosa que luego les tocará implementar a los pringados de turno, el último eslabón de la cadena (los que realmente saben de qué va el tema), y para cuando esté listo para empezar a usarse, ya habrá quedado obsoleto.

  7. J.E dice:

    «¿Y a qué se iban a dedicar entonces los gurús, “SEO experts”, los “social media experts”…? »

    El clero ha sido el destino tradicional de los misticos y ultimamente andan escasos de personal…

  8. raulalgo dice:

    Me parece que la reflexión sobre el título de Dans es lo que mejor describe esta situación: «Todo va a cambiar» mientras la mayoría vemos como o ya está cambiando o cambió hace tiempo.
    Debo confesar que yo también pasé por una época de enamoramiento con estos temas. De oir o leer a alguno de estos gurusos y ver «cuánta razón tenían»… Me duró hasta que leí mi primer libro de marketing. Uno de los que llevan escritos 40 años (de esos de las 4 P’s). Cuando vi que ahí ya llevaba tiempo escrito lo de escuchar al cliente y reaccionar a lo que pida, la importancia que tiene la reputación y el daño que una mala opinión puede hacer, etc. fue primero de desilusión pero después de «Qué morro tienen estos tíos.»
    Como dice mi tocayo en #2, creo que esta gente se limita a vender «Lo mismo que se ha hecho toda la vida, solo que ahora ayudados con otros canales que nos dan más ‘rango de alcance.'» Es este tipo de dospuntocerismo el que realmente hace daño al 2.0 «sin más aspavientos.»

  9. admin dice:

    Marc, sí, cancela y gastémonos el dinero en vinos. Que nos darán más inspiración 😀

    Raúl (Hernández González), no podrías ser más certero aunque lo intentases 😉

  10. Resumiendo todo en una palabra que lo explica todo muy bien: cancamusa.

    Cancamusa que, no lo olvidemos, lleva existiendo décadas. Hablar de lo que va a ser, de lo que va a cambiar y cursos sin ningún sentido a las empresas es algo que llevan colando a empresas e instiruciones desde hace mucho tiempo.

  11. judas dice:

    Y además de todo lo comentado, el cacao mental de algunos. Mientras venden la revolución no se dan cuenta de que están aupando a corporaciones a base de ceder privacidad, y a la vez se preguntan cómo evitaremos un futuro donde nos rastreen y nos lancen anuncios personalizados.

    Pero vamos, que esto no es ya ni marketing del malo. Para ser un comercial medianamente decente debes conocer tu producto y las herramientas que lo conforman, y estos gurús no saben qué es el HTML y confunden followers y amigos en Facebook con influencia. Porque ahí está la cosa: la explosión de movilidad, dospuntocerismo real y trabajos no nacidos del aire que sí se ha visto en algunos países, mira USA, ha sido en definitiva una explosión en el conocimiento y desarrollo de código, en lo que Internet sí ha tenido mucho que ver. Gracias a Zeus por Stack Overflow, por ejmplo. ¿Alguien se imagina a Dans creando PHP para un proyecto personal y luego liberándolo al mundo, con lo que eso ha traído?

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