Tengo que decir que este artículo es en gran medida culpa de Citoyen – y tiene mérito, porque el tipo me ha hecho cambiar de opinión. Todo por este excelente librito, que recomiendo vivamente a todo el mundo que quiera leer sobre políticas de empleo.

Una de las cosas que más he repetido al hablar de posibles reformas laborales que necesitamos en España es que debemos combinar medidas que añadan más flexibilidad con políticas agresivas de formación laboral. Si alguien pierde su trabajo y no tiene formación adecuada para encontrar otro empleo, el estado debe ayudarle a reciclarse a golpe de cursillos y talleres a mansalva. Todo esto debería asegurar que esa criatura mitológica del sistema laboral español (el parado de más de cincuenta años – colectivo que es infinitamente más pequeño y menos vulnerable que el grupo realmente masacrado por la crisis, los menores de treinta) sobreviva a la recesión.

Todo esto suena estupendamente. De hecho, si me preguntáis hace un mes, os digo que lo de arriba es perfectamente correcto y que es lo que demos aplicar. El problema, claro está, es que me parece que estaba equivocado.

Hasta hace unos años, Suecia era el país que de lejos más invertía en políticas de formación para desempleados – un 3% del PIB, una cantidad descomunal. A pesar de ello, el desempleo en el país era tozudamente más elevado que sus vecinos nórdicos (aun siendo estelar para lo que se estila en España), así que se decidieron estudiar qué políticas funcionaban mejor. Barbara Sianesi publicó un excelente artículo intentando responder esta pregunta.

La idea es comparar cuatro programas de ayuda a los desempleados, comparando su efectividad (*) y coste. En orden de más barato a más caro, tenemos seis medidas posibles:

  1. No hacer absolutamente nada, aparte del subsidio de paro: Coste cero para las arcas públicas. El parado se las tiene que arreglarlas por sí solo.
  2. Subvencionar parcialmente salarios: el estado ayuda a que el parado encuentre trabajo pagándole parte del sueldo cuando encuentre algo. Básicamente, una subvención a los empresarios que contraten parados.
  3. Cursillos de formación continua: trabajas para una empresa unos meses, mientras te dan cursillos de reciclaje.
  4. Empleo público temporal: el estado te da un trabajo unos cuantos meses, haciendo algo útil. Presuntamente.
  5. Empleo público fijo: lo mismo, pero dura unos años.
  6. Reciclaje profesional profundo: cursos y más cursos de formación especializada, reciclándote mucho.

Ahora, sin hacer trampas, intentar deducir el orden de efectividad de estas medidas. Lo tenéis fácil, ya sabéis de antemano que estaba equivocado. En orden, de más efectivo a menos:

  1. Subvencionar parcialmente salarios.
  2. Empatado: cursillos de formación continua, empleo público temporal o no hacer nada.
  3. Empatado: empleo público fijo, reciclaje profesional profundo.

No, no estoy bromeando. La experiencia sueca demuestra (y de hecho, prácticamente toda la literatura sobre el tema va en la misma dirección – creedme, he buscado) que es más efectivo (*) no hacer absolutamente nada que enviar a todos tus parados a cursillos donde aprendan a utilizar los internets y el Wordperfect.

¿Por qué sucede esto?  En gran medida, por algo que todos sabemos de forma intuitiva: es muy difícil aprender idiomas después de los treinta. Quien dice idiomas, dice contabilidad financiera obtusa o conceptos teóricos de tecnología verde – nuestro cerebro no es demasiado eficiente aprendiendo cosas nuevas en clase a partir de cierta edad. Lo que sí sabemos hacer bien, sin embargo, es aplicar nuestra experencia pasada a problemas distintos; en otras palabras, aprender a hacer cosas sobre la marcha.

Los empresarios parecen saber esto, y no se toman los parados que han pasado por cursillos demasiado en serio. Los meses que han estado en dique seco no ha aumentado su capital humano, sino que lo ha disminuido – han “perdido” experiencia dedido a su inactividad, perdiendo el tiempo en algo que no mejorará su productividad. Mientras tanto, estos mismos empresarios no tienen demasiados problemas para dar una oportunidad a alguien que aprenda más o menos rápido, si le dan el empujoncito salarial público mientras se adapta a los nuevos tiempos.

¿Conclusiones? Primero, que tengo que acostumbrarme (otra vez) a que antes de defender una postura, uno debe saber de lo que habla. Segundo, el mercado laboral es cualquier cosa menos intuitivo, así que más vale ir con pies de plomo antes de dar una afirmación categórica. Subir el salario mínimo puede tanto crear empleo como destruir puestos de trabajo, por ejemplo, según el punto de partida y el coste de oportunidad de empezar a trabajar (sí, tiene costes -pero eso es para otro artículo). Tercero, y más importante, más vale que no me hagáis demasiado caso. A veces no sé de qué hablo.


(*): una nota sobre lo que se considera “éxito” en este estudio: la base de datos compara el estado laboral de todo el mundo que pasó por el sistema de desempleo en 1994, y cuál era su situación en 1999, especialmente prestando atención a si su empleo es estable. Suecia reformó su sistema, rebajando el gasto en políticas activas de empleo en un 75% (de un 2% del PIB en 1994 a 0,5% el 2004). El desempleo también bajó.

Y estos resultados (repito) no se restringen a Suecia – los estudios en otros países han dado cifras parecidas.

Por cierto, el hecho que dar subsidios al empleo sea lo más barato y efectivo no quiere decir que tengamos que hacerlo necesariamente. Si nos “cuesta” $100 conseguir un empleo a alguien con subsidios, y $50 mediante estímulo fiscal (digamos, construir líneas de tren a espuertas o rebajar impuestos a gente pobre), quizás es mejor hacer vías de tren. Si sólo estamos haciendo políticas activas de empleo, sin embargo, es de lejos la solución más eficaz.


25 comentarios

  1. Heathcliff dice:

    Decir que lo que vale en Suecia es extrapolable al resto del mundo me parece una exageración.

    La sociología también cuenta, y mucho, en estos asuntos de ajuste fino.

    Me mantengo en TU anterior postura.

    🙂

  2. Per[la|pau]* dice:

    No lo acabo de pillar. ¿»El empleo público temporal» no sirve para «aprender a hacer cosas sobre la marcha» «aumentado [su] capital humano»? ¿No pasaría lo mismo con una formación práctica?

    Es que yo sí que suelo ser buen alumno. Pero si tengo un prefosor que me va cambiando el discurso, pues se me rompen los esquemas.

    Vale, ya sé que me he equivocado de profe, pero uno va cogiendo apego y dejar estas cosas cuesta 🙂

  3. Miguel dice:

    Y eso que estás suponiendo que los cursos del INEM tienen cierta calidad y los alumnos se los toman en serio y no como una imposición para cobrar el subsidio… no digo que no haya alguno bueno, pero por lo que he oído a amigos y parientes, lo normal es perder el tiempo (los parados) y el dinero (los contribuyentes).
    Acaban siendo una «medida vudú» demasiadas veces…

  4. Ender dice:

    Interesante.

    Discrepo en un punto: a partir de los 30 hay infinidad de cosas que se pueden aprender, faltaría más. Otra cosa es si me dices a partir de los 50 o 55… ¡pero de los 30!!! Si fuera cierto no funcionaría ninguna empresa en ningún país del mundo.

    «más vale que no me hagáis demasiado caso.»

    No te flageles tanto: la mayoría de blogueros (y periodistas, y tertulianos, y…) hablamos sin tener mucha idea. Pero la capacidad de rectificar después de haber obtenido una mejor información, y explicarlo públicamente… éso está sólo al alcance de los elegidos 😉

  5. Miguel N dice:

    Conozco a varias personas que se han sacado Licenciaturas bastante difíciles a partir de los 40 y 45… nada de simples cursillos de inglés.

    Habría que analizar más en conciencia cual es la situación de Suecia para entender porque dejan de lado los cursos de reciclaje laboral; es evidente que tiene que haber una explicación lógica, porque si una persona no encuentra trabajo en su sector de siempre, y tiene que cambiar, evidentemente tiene que formarse en nuevo sector… y no aprender por ciencia infusa, ni esperar que una empresa les contrate porque sí, sin tener ni puñetera idea de hacer absolutamente nada sobre el nuevo sector que sea.

    Por otro lado, no se cual es tu experiencia en pequeñas empresas. Yo alguna tengo, y te puedo decir que en una pequeña empresa (que son la mayoría) tienes que ser una especie de Mc Gyver que tienes que valer tanto para configurar un ordenador, pelar cables, cambiar bombillas o pintar paredes, es decir, tienes que ser polivalente, y no demasiado especializado, y si tienes que aprender cosas sobre la marcha y seguramente con cursillos, a tu empresa le conviene pagarte cursos de formación, basicamente porque tu jefe no tiene tiempo para este tipo de cosas y porque no todo se aprende bajándose manuales del Emule, que puede ser muy simpático pero en muchas ocasiones necesitas un profesor delante que te guíe, te explique las cosas bien y te resuelva dudas, es decir; lo que se llama asistir a clase.

    Hay muchos cursos del INEM que no funcionan bien, otros que sí, y muchas empresas contratan cursos para sus empleados sin valer demasiado… pero otros sí son necesarios. No se debería ser demasiado extremista con este tema.

  6. Marc Fargas dice:

    «Todo esto debería asegurar que esa criatura mitológica del sistema laboral español (el parado de más de cincuenta años – colectivo que es infinitamente más pequeño y menos vulnerable que el grupo realmente masacrado por la crisis, los menores de treinta) sobreviva a la recesión.»

    Momento ideal para citar los datos de la EPA que se publica el viernes y que al INE se le colaron ayer:

    «(…) La tasa de paro de los menores de 25 años en el primer trimestre de 2010 era del 40,93% y del 18,02% en los mayores de 25 años. En el colectivo de 16 a 19 años, la tasa alcanza el 59,79% y el 13,1% entre los desempleados de 55 y más años(…)»

  7. Raúl S. dice:

    «Quien dice idiomas, dice contabilidad financiera obtusa o conceptos teóricos de tecnología verde – nuestro cerebro no es demasiado eficiente aprendiendo cosas nuevas en clase a partir de cierta edad.»

    El CI sigue aumentando hasta casi cuando te jubilas, y el aprendizaje de un idioma es cualitativamente diferente al aprendizaje de una herramienta informática, por ejemplo.

    Alguien de 30 años puede aprender a manejar SQL, por ejemplo: si fuera cierto lo que dices los informáticos con 30 años estarían estancados en sus conocimientos casi sin remedio.

  8. Una problema añadido en nuestro país es que estas acciones de FP continua han sido o son un instrumento de financiación de quienes las imparten, si atender realmente a los conocimientos o al aprovechamiento.

  9. Demócrito dice:

    Yo, por experiencia personal, puedo decir que la mayoría de los cursos ofertados no valen nada. El problema es que no se puede elegir el curso que quieres hacer, sino que tienes que responder a los que te envíen. A poco que estés avisado, ya te las montas para comprobar dónde y cuándo dan los cursos de verdadera calidad para pedirlos (como un 10% de los ofertados en el área informática, por ejemplo. De hecho, un profesor que ha dado varios me aseguró que los únicos centros serios de veras son dos en TODO Madrid). Otro problema es comprobar los conocimientos adquiridos. En sistemas al menos tenemos las certificaciones oficiales de empresas punteras (Microsoft, Sun, CISCO, etc.) pero en cualquier otro ámbito el empleador sabe que en un elevado número de casos el curso vale nada y el estudiante no se ha preocupado demasiado por aprender lo poco que le enseñaban.

    En mi opinión, la formación es importante y puede dar frutos… siempre y cuando esté orientada a lograr titulaciones valoradas en el mercado. No vale un curso de inglés, vale un curso de inglés orientado a sacar el Advanced, el EILTS o el TOEFL. No vale dar un curso de «sistemas», vale dar un curso orientado a lograr certificados oficiales. No vale un curso de administrativo, sino un curso orientado a la consecución del título europeo de secretariado y los certificados consiguientes en ofimática. Claro, que si se hiciera así y se pagara según el éxito obtenido en lograr tales certificaciones de qué iba a vivir tanto supuesto formador.

  10. Roger Senserrich dice:

    Una nota: NO es sólo cosa de Suecia. Estudios en otros países (que yo haya encontrado, Suiza, Holanda, Estados Unidos, y referencias a otros sitios) los resultados son exactamente los mismos. Los cursillos no aportan nada.

    Sobre el empleo público temporal, los empresarios parecen verlos como un «almacen de inútiles» estatal. La señal que perciben es que el trabajador era malo y no lo quería nadie. Es triste, pero es así.

    Y claro que puedes aprender algo después de los treinta. El problema es que si vas a fichar un tipo recién salido de un sistema educativo, un empresario irá a por alguien joven, no al papel reciclado. No es sólo lo que aprendes, es si te hace más competitivo o no.

  11. Lamidaeff dice:

    Creo que ya he visto este dialogo.

    -Tal medida funciona
    -¡Mentira!
    -¿Por que? Hay razones para que funcione
    – Pues yo tengo un cuñado que tiene un sobrino cuya novia, que casualmente me la esta chupando en estos momentos, estuvo metida en algo que me conto que no.
    – Eso esta muy bien pero los datos no dicen lo mismo.
    – Bah, lo de los datos seguro que esta trucado.
    -Bueno, pues mira en tal pais es asi y les va mejor que a nosotros.
    – Pero no lo entiendes, eso es para un pais con empresarios superdotados empapados de la cultura ciberpunk, no para tio con mentalidad de chuloputas, paletos que no saben escribir como en españa. Y para trabajadores concienciados, amable, y simpaticos y no la panda de vagos y maleantes de estepais. Tener un veinte porciento de paro, tu sabes, es un problema cultural.

    Aqui es donde suele terminar la conversacion porque como España es un pais subdesarrollado a nivel de evaluacion de politicas y demas (porque no hay datos) no hay forma de hacer progresar el debate que basandose en la anecdota personal y la antropologia de barra de bar.

  12. vicente dice:

    ¡Enhorabuena! Al fin un poco de autocrítica sensata respecto a este tema. El mercado será más eficiente asignando recursos, pero, como dijo alguien, las personas no somos «recursos humanos», sino seres humanos.

  13. Franesco dice:

    ¿Los Masters de 15.000 pavos sí sirven? ¿O sólo son inútiles los cursitos gratuitos para currantes?

  14. otro estúpido dice:

    Después de los treinta se pueden seguir aprendiendo muchas cosas, lo que incluye idiomas.

    Voy a compartir mi experiencia vital respecto a este tema, por si sirviese de algo.

    Debido a mi título universitario de ingeniero, profesionalmente mi carrera debe estar enfocada hacia el sector de las TI (tecnologías de la información).Viví, como becario, los momentos dulces de la burbuja de Internet: te llamaban varias veces a la semana empresas de primera para que te fueses a trabajar con ellos y nada más entrar a trabajar, la empresa en la que hacía prácticas no subió el sueldo más de un 20% a los becarios. No es que unos mocosos aún sin título universitario fuésemos la leche, es que la empresa, simplemente, no quería que nos marchásemos. Y ésta no era una cualquiera, formaba – y forma – parte del grupo Telefónica.

    Reventó la burbuja de Internet y de quedarse con contrato indefinido en la empresa, nada. Conforme íbamos sacando el título, adiós muy buenas. La empresa se portó bien, he de decirlo. Siempre fue muy clara, siguió pagando puntualmente y nos aguantó en el puesto unos meses aun cuando no tenía ninguna obligación de hacerlo.

    Finalmente acabé en la cola del paro y sin expectativas de encontrar nada decente. Muchos de mis compañeros de estudios veían sus respectivos panoramas laboral igual de negro. Y así, decidí mandarlo todo a tomar por donde la espalda pierde su casto nombre, volver a mi casa – una provincia con apenas industria; por otra parte, estaba hasta la coronilla de Madrid y sus cotidianos atracos – y aprender un oficio, para lo cual me enganché a cursos de formación profesional ocupacional varios.

    Gracias a la formación obtenida en estos cursos y a algún contacto, obtuve algún trabajo temporal. Llegué a la conclusión de que tenía poco o ningún futuro con un oficio por el siguiente motivo: gente que llevaba trabajando en diversas ramas del mantenimiento desde antes ser mayores de edad me daban mil vueltas, y el empresario elegiría antes a esas personas, debido a sus años de ventaja en experiencia, que a mí.

    A ciertas edades, y no desde demasiado tardías, es demasiado tarde para hacer cambios tan drásticos.

    (Fracasé, sí. Pero al menos aprendí cosas de la vida a las que no estás expuesto cuando todo lo que has sido es un estudiante.)

    Finalmente volví al redil de las TI, y por ahora las cosas me van bien. Ciertamente he tenido que reciclarme, pero siempre en áreas anejas o relacionadas con mis estudios universitarios.

    ——————————–

    Respecto a la utilidad de los cursos, en España hay varios problemas graves.

    Por una parte, se obliga a quienes estén cobrando alguna prestación de desempleo a hacerlos so pena de perder parte o el total de dicha prestación. Es más, tengo la impresión de que se incentiva a los funcionarios de las oficinas de empleo a endilgar estos cursos a los parados, con el fin de que alguno se niegue y, así, el estado se ahorre unos euros. El problema es evidente: va a clase gente que no tiene ningún interés en aprender y lo jode todo. Problema que en la zona en la que vivía se daba a medias: los directores de los cursos rechazaban a aquellas personas que manifestaban no tener interés de forma que no perdían la prestación; oficialmente, el motivo era que la formación previa de esa persona no se ajustaba a los contenidos del curso. Aun así, gente que no tenía interés hacía el curso para poder acceder a una prestación adicional de 6 ó 7 €/día en concepto de desplazamiento (si estás en paro, 150€/mes son muy bienvenidos).

    Otro problema es que los cursos no se ajustan a lo que demandan las empresas. ¿Es tan difícil sentar en una mesa a representantes de empresarios y administración para que estudien qué perfiles profesionales se demandan y, en función de ello, elaborar la oferta y contenidos de los cursos?

    Y por último, hay mamoneo, esto es, cursos fantasma pensados para que unos profesores «enchufados» se lleven una pasta por pasar unas transparencias. He de decir que he visto poco de éso, al contrario, lo habitual durante aquellos años fue encontrarme con profesores que preparaban las clases y que ponían mucho interés en que aprendiésemos… pero mamoneo, por desgracia, haberlo hailo.

    Last but not least: sorry for the chapa!

  15. Alatriste dice:

    Franesco: no todos, no todos… Están los masters pensados para que la gente sude y aprenda (y haga contactos útiles, no nos engañemos) y están los pensados para que los hijos de papá que no saben hacer la O con un canuto ni ganas de ello adquieran a precio de oro un papelito que les permita ser enchufados por un amigo de la familia que espera a cambio el mismo servicio.

    Y hay que decir que mientras las universidades españolas quedan en lugares patéticos en todas las clasificaciones internacionales, varias escuelas de negocios tienen una impresionante reputación a nivel mundial. Vease

    http://www.economist.com/business-finance/business-education/whichmba/displayStory.cfm?story_id=14632300

    Ya quisiéramos que ‘The Economist’ dijera que España tiene la mejor universidad del mundo y tres entre las treinta mejores…

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  18. […] Se queda fuera la negociación colectiva y las políticas de formación – ambas necesitan cambios importantes, especialmente la segunda. […]

  19. […] sistema más extendido en países razonables, y que resulta funciona muchísimo mejor, es pagar directamente a los empresarios parte del salario del trabajador durante […]

  20. […] algo que explicaba el otro día – un parado que ha hecho una de estas dichosas clases tiene menos probabilidades de […]

  21. […] ambigüedad entre las políticas activas de empleo que pueden ayudar, y algunos datos apuntan a que los cursos no sirven para nada, si que parece que al menos para algunos perfiles de desempleados la ocupabilidad después de un […]

  22. […] nula (contradiciendo parcialmente, por cierto, el estudio sobre Suecia que enlazaba por aquí), mientras que la amenaza de sanciones parece acelerar el retorno al mercado laboral de forma […]

  23. […] estamos haciendo pol

  24. manutc dice:

    Lo que me parece una absurdez, e imagino que estarás de acuerdo, es dar un subsidio extraordinario y temporal de 6 meses a los parados que han agotado su prestación legal. En mi opinión, seguro que discutible, esas personas con igual coste para el Estado, podrían estar trabajando para éste bajo un contrato a tiempo parcial (media jornada).

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