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¿Por qué se estancaron los salarios en España?

10 Dic, 2009 - - @egocrata

Me preguntaba alguien por los Twiters (lugar ideal para hacerme preguntas y pedir artículos) por qué los salarios (reales) en España apenas han crecido en las últimas dos décadas. La verdad, creo que no hay demasiado misterio: la patética evolución de la productividad en España.

Los salarios no son una cosa demasiado misteriosa: en general, uno cobra más o menos según lo que aporta a su empresa y a la economía. Hay otros factores que varían un poco la cifra, como el nivel de paro, la escasez relativa de tus talentos y conocimientos, la jeta que tengas si eres intermediario / Goldman Sachs,  el salario mínimo, el poder de negociación del trabajador y lo bien que le caes al jefe, pero para casi todos, como más produces por hora más te puede pagar la empresa. En España, esa cifra es cutre, escasa y lamentable, y lo peor, empeoró de forma constante hasta la gran recesión. Aquí ponemos más horas que nadie, pero perdemos el tiempo como el mejor.

Más que buscar conspiraciones conservadores y ver la opresión del capital en estas maldades, la pregunta que tenemos que responder no es por qué no suben los salarios, sino por qué no producimos mejor. Por aquí hemos dado unas cuantas respuestas; el mercado laboral es mi bestia negra favorita (el último artículo de Citoyen sobre el tema es imprescindible), pero no es el único cambio necesario. Cosas como la educación, la competencia en el mercado de telecomunicaciones, transporte y energía, regulaciones inútiles y una fiscalidad demasiado complicada (no «demasiado alta»; no se pagan demasiados impuestos) no son de gran ayuda.

La idea es intentar que en España sea una buena idea montar un negocio en algo que no sea construir casas o tener un restaurantito u hotel en la playa. El mercado laboral actual (y educación, etcétera, etcétera, pero sobre todo el mercado laboral) hace que la iniciativa empresarial con menor riesgo, mayores incentivos fiscales y mano de obra más abundante sea sectores relativamente poco productivos, y que no van a mejorar demasiado por mucho I+D que pongamos. Para ver los salarios subir (y cambiar el dichoso modelo productivo), el problema que tenemos arreglar primero es este.

Por cierto, el primero que mencione eso de «España y yo somos así, mi general» y diga que es una cuestión cultural, se lleva un sopapo. La gente responde a incentivos rápido en la oficina cuando sabe que ya no es intocable.


16 comentarios

  1. d dice:

    Lo primero que habría que hacer al hablar de productividad es fomentar cierto aprecio por la misma… En España preferimos tener en la empresa a un tío que se queda 10 horas a otro que en 8 hace el mismo trabajo. No acabo de ver la relación entre esto y mercado laboral, fiscalidad, etc…

  2. Zitron dice:

    Habiendo emigrado yo mismo, no sigo las estadisticas tanto como deberia, pero recuerdo algunos articulos de The Economist diciendo que los costes laborales (creo que este es el termino apropiado) en España habian subido mucho en la ultima decada, en particular en comparacion con Alemania. Por un lado, esto reduce la competitividad de España, lo cual esta claro visto lo que esta cayendo. Pero se me escapa por que la subida de los costes laborales no hace que los salarios aumenten.

  3. Miguel dice:

    Yo también recalcaría el factor oferta: estamos en un país con un paro estructural enorme, lo cual no puede sino empujar los salarios a la baja. En algunos campos, como los primeros empleos de titulados, la diferencia entre los salarios españoles y de los países de nuestro entorno es brutal, mucho mayor que la del coste de la vda.

  4. citoyen dice:

    Vale, vamos a hacer un poco de contabilidad nacional.

    Identidad 1: Crecimiento= aumento del empleo+aumento de la productividad
    Identidad2: Aumento de los márgenes empresariales= aumento de la productividad – (aumento de los salarios inflación)
    Identidad3: Costes laborales unitarios (medidor de la competitividad)= aumento de los salarios – aumento de la productividad.

    España creció durante una década (identidad 1) aumentando su tasa de empleo; reduciendo el número de parados e incorporando inmigrantes. La parte de nuestro crecimiento que se explica por el crecimiento de la productividad era muy muy baja.

    Lo que nos lleva a la identidad dos. En España lo salarios nominales (antes de deducir la inflación) crecieron bastante, pero es cierto que los salarios reales han caído o bien se han mantenido relativamente estables.Por tanto, los márgenes empresariales, que es lo que obtenemos al meter la productividad, sí han aumentado.

    El problema es que, además, nuestra competitividad ha caído, porque de cara al exterior, nuestros salarios sí han subido; cada vez es más costoso fabricar cosas en España porque hemos tenido una inflación relativamente alta. Esa inflación ha ido a actualizar los salarios en cierta medida (los salarios nominales han crecido, pero los reales han tendido a caer) de modo que aunque el poder adquisitivo haya caído, el coste de cara al exterior es mayor porque todo es relativamente más caro en España que fuera ahora que antes.

    Pregunta: ¿por qué ha aumentado la inflación? En parte porque hemos tenido una política de bajos tipos de interés, d´nde la gente se han endeudado mucho y eso ha hecho que la economía se recaliente. Por otro lado, es posible y probable que en España las empresas estén demasiado cómodas en sus mercados; demasiadas trabas administrativas ponen barreras de entrada; tenemos monstruos monopolistas con amigachismo congénito en las industrias de red; nuestra política de competencia, en fin,… Y sí, es posible que los costes hundidos que crea la legislación laboral también reste competencia en los mercados de productos.

    http://www.lorem-ipsum.es/blogs/laleydelagravedad/2009/05/pasando-reformas-vii-competitividad-y-salarios-en-espana.html
    http://www.lorem-ipsum.es/blogs/laleydelagravedad/2009/06/pasando-reformas-viii-%C2%BFque-deben-pensar-la-izquierda-de-la-liberalizacion-del-mercado-de-productos.html

  5. Demócrito dice:

    Por mi experiencia laboral y lo poco que he estudiado, tengo pocas dudas de la deficiente formación en general, de que hay jarrones Ming, desayunos de cuarenta minutos, absentismo, charlas en la máquina de café y etc, etc, pero en mi opinión la causa principal de lo anteriormente descrito es la (penosa) organización, tomado el concepto en su acepción más amplia.

    Estructuras demasiado jerárquicas y centralizadas, dependientes en exceso de la capacidad de los puestos clave y no de unos procedimientos compartidos adecuados. Trabas a la comunicación vertical y horizontal. Procesos que son papel mojado. La experiencia como única medida del trabajador. Mensuraciones de la productividad, la calidad, etc, infrautilizadas o inexistentes. Cero interés por la carrera laboral del trabajador, interés escaso y mal dirigido en el caso de la formación. Visión cortoplacista y alérgica a la innovación. Y mil más.

    ¿Culpables? Eso es más difícil. En mi opinión lo que describes (incentivación de sectores «easy comes, easy goes» como la construcción o el turismo) afecta, sin duda. La muy imperfecta competencia del mercado de productos y servicios también. El mercado laboral, desde luego. Numerosos cargos en numerosas empresas heredados del último franquismo y primera transición, que es lo mismo que decir taylorismo de entreguerras. Un sistema educativo norteafricano. Sindicatos que aún viven en un mundo anterior a la crisis del petróleo. Y lo que te rondaré morena.

  6. otro estúpido dice:

    Estoy de acuerdo con «d» y «Demócrito» en lo penoso de la cultura y organización empresariales que, como norma general, hay en España; es más, he tenido la ocasión de sufrirlo. Ahora bien, como señala Roger, en cuanto peligre el puesto de trabajo – y no sólo el de currela a pie, sino tembién el de los directivos -, por la cuenta que a los interesados les trae, las anteriores taras dejan de ser impedimento.

  7. Heathcliff dice:

    Añado alguinos problemas más a los que he leído:

    -Agravios comparativos constantes entre el sector público y el privado.

    -Sistema de incentivos retorcido y malsano (todo el mundo quiere ser funcionario)

    -Universidad endogámica, anquilosada y quasimafiosa.

    -Énfasis en lo colectivo para impedir que se distinga de algún modo al buen y al mal trabajdor.

    -Empresarios que valoran más la sumisión que el esfuerzo y el talento.

    Etc…

  8. jules dice:

    Veo que nadie dice nada de los derechos adquiridos:
    -Empresas familiares donde no importa tu capacidad, ni tu curriculum. Caer bién a la familia y sobretodo con los «compañeros» que son los que al final te rescinden o prorrogan el contrato. Cuanto mejor seas más problemas tendras.
    -Los sindicalistas, lastres en la productividad que sólo promulgan derechos y a la rebelión y no aportan argumentos constructivos y de cohesión para la empresa. Para ellos productividad= explotación
    Los puestos de trabajo aquí son propiedad de los empleados y las empresas con su capital tienen que hacer lo que a ellos les vaya bién.
    Decir también que eso de que la mayor parte del tejido económico sean pymes tengo la impresión de que no aporta nada a la cultura del trabajo y del esfuerzo.

  9. santaklaus dice:

    Todo mentira. La riqueza la genera el trabajador, no el empresario. Y es totalmente falso que el salario vaya en función de lo que aportas.

    Según tú el trabajador es un vago y el empresario es el que da el callo.

    Mal te veo…

  10. Ranix dice:

    Soy médico y solo trabajo en la publica, así que no puedo hablar mucho de la empresa privada. Pero de loque sí conozco, la sanidad pública y la universidad, puedo decir que mientras la contratación y promoción se base en el nepotismo, amiguismo, enchufismo y mercadeo será imposible mejorar la productividad por mucho que se pidad I+D+i. Lo primero será contratar a los mejores, no a mis amigos y los que me hacen la pelota

  11. Lars Ulrich dice:

    «La riqueza la genera el trabajador, no el empresario.»

    Todo mentira, la riqueza la genera un compuesto de hidrógeno y oxígeno del que estamos hechos todos los seres vivos, que es el input archinecesario para cualquier actividad económica.

  12. Ian Curtis dice:

    Por cierto, el primero que mencione eso de “España y yo somos así, mi general” y diga que es una cuestión cultural, se lleva un sopapo.

    España y yo somos así. Es una cuestión cultural.

    Cambiar el modelo patético de España depende de esas reformas económico-legislativas que citas. Por qué no se hacen? Porque esto es España. Porque se hacen manifestaciones, con un 20 y tantos por ciento de paro, contra los empresarios (?). Porque ya está bien de que pague el trabajador, y todo eso.
    Cuestión cultural.

  13. Miguel dice:

    Creo que no he entendido bien tu comentario, Ian.
    Como trabajador, ¿tengo que suponer que la solución al 20% de paro es no defender mis derechos frente a la empresa? Y, si me da por hacerlo, ¿será entonces una manifestación de cultura retrógrada?
    Visto así, la próxima vez le diré a mi querido jefazo de extravagante sueldo, cochazo pagado por la empresa y habilidades estratégicas bastante poco lucidas, que adelante, que nos ponga a todos en la calle para contratarnos al día siguiente por la mitad.
    Que es lo que haría si le saliera gratis el despido, puedes estar seguro. Algo que no hace en su país (que a la vez es el país de origen de la empresa), porque claro, allí tienen otra cultura. Y leyes de protección al trabajador.

  14. Ian Curtis dice:

    No, no tergiverses; digo que si hay un paro desorbitante, los sindicatos cogen, y en vez de echar la culpa al Gobierno, que algo tendrán que ver en el tema (la legislación laboral no la hace la CEOE, que sepa yo), se meten con los empresarios (?). Meterte con quien crea el empleo porque tiene la culpa de su destrucción… [quién crea empleo neto aparte de un empresario? Es que no hay otro, por definición (el empleo público no cuenta: sus sueldos los sufragan los empleados privados; es destrucción neta de empleo)]
    Y los sindicatos no tienen mucho poder de convocatoria, afiliación, etc., pero en este tema concreto casi toda España está de acuerdo con ellos. Y así nos va. Y así nos irá.

    La ignorancia (económica) mata.

  15. […] Rubio-Ramírez, en el imprescindible “Nada es Gratis”, expresa gráficamente lo que uno decía torpemente sin demasiadas cifras el otro día: la extraordinaria ineficiencia del mercado laboral […]

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