Sé de sobras que tener a la número dos del partido de la oposición proclamando conspiraciones sin pruebas es bastante serio, pero el PP español es un atajo de nenazas a la hora de decir burradas. El Departamento de Burradas Ficticias (DBF) del Partido Republicano de Estados Unidos les da cien vueltas.

¿Recordáis a Sara Palin? Sí, esa «intelectual» que McCain escogió como candidata a la vicepresidencia tras darle demasiado al orujo (no hay otra explicación), y que desde entonces no ha dejado de confirmarse como el mayor imbécil a tiro del control absoluto de una superpotencia desde el día que Breznev nombró Comisario Político a su jerbo de compañía.

Esta mujer, que desde que dejó el cargo de gobernadora debe tener demasiado tiempo libre, le ha venido la ocurrencia de decir que la reforma de la sanidad de Obama incluye una cláusula que crea «páneles de la muerte«. Según Palin, estos oscuros órganos burocráticos  estarán compuestos por un número indeterminado de siniestros funcionarios malignos que decidirán si un paciente «merece vivir o morir según lo que cueste su tratamiento médico». Según la que podría haber sido la mujer más poderosa de la tierra, la administración Obama pretende dejar morir a los viejecitos, discapacitados y retrasados mentales, incluyendo su hijo con síndrome de down.

Si suena absurdo, estúpido o completamente ido, no lo dudéis. Lo es. Sarah Palin está tomando una teoría ridícula que está flotando por los medios y bitácoras conservadores americanos (incluyendo Fox News) que dice que Obama quiere promover la eutanasia activa. El plan de salud demócrata cubre reuniones con gente mayor para asesorarles si quieren preparar un testamento vital. Esto, en la mente de Sean Hannity y otras luminarias de la derecha que no tienen el más mínimo reparo en inventarse cosas, se traduce en que el gobierno federal intentará convencer a tu abuelita que se suicide de forma voluntaria en vez de desperdiciar valiosos recursos públicos cuando esté muy malita.

Esta «interesante» interpretación, sumada a algunos artículos académicos de Zeke Emmanuel (asesor de la Casa Blanca y hermano de Rahm, el jefe de gabinete de Obama) estudiando si en casos extremos es mejor salvar la vida con un transplante a un anciano o un niño de doce años, ha generado una especie de vórtice de estupidez irresistible que ha ipnotizado a toda la derecha americana. No importa que eso de «las mujeres y los niños primero» sea una máxima occidental desde el principio de los tiempos; Limabaugh, Palin y su tropa ven eugenesia, nacismo y un holocausto canibal de proporciones épicas.

No es ya cuestión de políticos meando fuera de tiesto. Ya hay grupos conservadores poniendo anuncios en televisión diciéndole a las personas mayores que si se aprueba la reforma, el gobierno vendrá a matarles:

La verdad, no esperaba que el absurdismo político fuera a llegar tan lejos, pero no os preocupéis, los republicanos seguirán sorprendiendo con burradas cada vez mayores, incluso viniendo de cargos electos. Mirad lo que decía Michele Bachmann ayer mismo, vamos.

Si yo estuviera en la Casa Blanca, mi reacción hubiera sido de incredulidad. Me hubiera quedado en la puerta, mirando al periodista, balbuceando «¿que dicen que hemos dicho que haremos qué…?» con cara de haber visto el chupacabra pastando en el jardín. En vez de hacer eso, sin embargo, han puesto cara de resignación y han abierto una página en internet donde contestan las preguntas más frecuentes y desmontan los mitos más absurdos sobre la reforma sanitaria. Y no han hecho gran cosa más hasta ahora, aunque parece que están empezando a moverse.

¿Demasiado poco? En un país normal con medios de comunicación más o menos decentes, la prensa estaría cachondeándose de Sarah Palin algo serio; en Estados Unidos, sin embargo, las cosas no son tán fáciles. Los medios americanos son muy volubles, muy poco amigos de levantar la voz a nadie: prefieren hablar de conflicto que decir que uno de los partidos está diciendo auténticas gilipolleces. Si la oposición está diciendo tonterías relativas (decir que el plan no cubre a todo el mundo o que aumentará el déficit) los medios tienden a darles el beneficio de la duda. Llegados a un cierto punto, sin embargo, a veces despiertan… y me parece que básicamente confían en eso ahora.

Como bien saben algunos políticos españoles, los periodistas y opinadores profesionales en los medios de comunicación amigos no tienen los mismos intereses que los políticos de su cuerda. Rush Limbaugh, Mark Lavin o Glenn Beck no están trabajando para ganar votos; lo suyo es conseguir audiencias. Para hacerlo, lo mejor que pueden hacer es decir cosas que gusten mucho a su audiencia, que son las bases más cavernícolas del partido republicano. Para destacar en ello, es cuestión de decir burradas – grandes burradas. Chorradas que son muy lucrativas si el comentarista gana seguidores.

Esta clase de comportamiento no se reduce a la gente cercana al partido. Dentro del partido republicano hay muchos políticos retirados o semi-retirados que viven de dar su opinión en libros y conferencias. Si uno es Newt Gingrich o Sarah Palin, lo tuyo no es ayudar al partido necesariamente; lo que te interesa es que Hannity te invite al programa y que el club de trogloditas por la libre empresa de Idaho te invite dándote una millonada para hablar de Afganistan y los malvados socialcomunistas de la Casa Blanca. Aparte de estos jarrones Ming de la arena política, el sistema americano crea una serie de congresistas totalmente insumergibles en distritos ultra seguros. Algunos son gente muy conservadora que nunca perderá unas elecciones, así que si quieren ser famosos no dudarán en salir en la tele diciendo cafradas para vender libros también.

El resultado es que si bien el Partido Republicano tiene un DBF muy potente y vociferante, su maquinaria es difícil de controlar. Los trolls más activos de la constelación conservadora no son políticos buscando ser elegidos, sino gente ganándose la vida tratando de ser el conservador más puro y ruidoso del mercado. Como consecuencia, lo que puede empezar como una oposición más o menos creativa pero no necesariamente absurda («EUA tiene el mejor sistema sanitario del mundo», «la reforma saldrá demasiado cara») acaba degenerando en Rush Limbaugh comparando a Obama y Pelosi con Hitler porque quieren crear campos de concentración.

La verdad, creo que la pasividad relativa de la Casa Blanca recuerda un poco a la paciencia que demostraron durante la campaña electoral. Obama no reaccionó de inmediato cuando McCain y los suyos empezaron a hablar de Bill Ayers; esperaron a que la cámara de resonancia conservadora les acusara de terroristas marxistas camuflados y otras perlas para empujar a los medios a contestar lo que ya eran estupideces descaradas. Si algo distinguió la campaña de Obama fue su capacidad de pensar a largo plazo, no quedarse embobado en batallitas tácticas. No me extrañaría que les ha dejado cancha ganando sus pequeñas escaramuzas al hablar sobre reforma (no contestando algunas cosas estos días) para tentarles a que se pasaran de frenada y despeñaran en algo más serio. No lo sé.

Lo que si me parece seguro, sin embargo, es que la desaparición mediática de Federico Jiménez Losantos fue de hecho una mala noticia para el gobierno. Por mucho que Cospedal se invente cosas, es difícil que el PP pierda el control de su propia retórica como le sucedió de forma constante la pasada legislatura. Pero eso es para otro día.


6 comentarios

  1. citoyen dice:

    El vídeo que has puesto, yo lo llevaría al festival de cine porno de barcelona, sección cortos publicitarios.

  2. Josei dice:

    Yo no veo porno en ningún sitio. El festival de Sitges es otra cosa, pero parece más un corto de futuro distópico. ¡Mad max y Blade Runner son basura comparado con esto!

  3. vicente dice:

    Disculpad la ignorancia, pero…¿por qué las mujeres primero? ¿Porque pudieran estar embarazadas? Porque, si no, ese dicho parece un residuo de otras épocas.

  4. […] radio y televisión) se han lanzando a un alegre nihilismo desencadenado completamente increíble, inventándose las tonterías más histéricas sin que -casi- nadie se atreviera a levantarles la […]

  5. […] estúpido, en gran parte por el excepcional talento de la blogosfera conservadora por escupir basura a ritmos increíbles. La metodología ha sido variada, utilizando desde e-mails en cadena completamente fantasiosos a […]

  6. […] en ridículo – en cierto sentido los demócratas están pagando con su propia medicina el alocado teatro del absurdo conservador de los últimos meses. De momento parece que los medios (Fox News excluído, pero esos son […]

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