Para sorpresa de casi nadie, el Partido Popular ha completado su gran victoria electoral con una gloriosa ronda de problemas judiciales – otra vez. La lógica de Rajoy ha sido la misma retahila de excusas defensivas de siempre: presunción de inocencia, etcétera, etcétera.
La verdad: me tienen harto. Ya no repetiré más eso que no hace falta cometer un delito para estar haciendo algo terriblemente inapropiado y horrorosamente corrupto; por mucho que los legisladores se esfuercen, siempre habrá algún listillo que encuentre una salida.
El problema es, en cierto modo, algo no estrictamente exclusivo del PP, sino algo más sistémico. Los partidos deberían tener pánico, horror y pavor cuando uno de los suyos es acusado de corrupción; la reacción de los votantes debería ser fácilmente predecible y totalmente desalmada, echando cualquiera que huela mal a la hoguera. En España, sin embargo, esto no lo vemos, o al menos no lo vemos con la inmediatez y furia que vemos en otros sitios ¿Cuál es el problema?
Me parece que la respuesta es la prensa. Los medios españoles son básicamente partidistas; cada periódico tiene su línea editorial y no se corta demasiado de defender a los suyos. Eso tiene sus ventajas (ningún gobernante puede escapar de la realidad demasiado, ya que hay críticas garantizadas) pero también tiene sus inconvenientes: un político siempre tendrá alguien que le dará la razón y defenderá su historia, por ridícula que sea. Cuando alguien es cazado con las manos en la masa haciendo algo tan cercano a un delito que debería merecer como mínimo un apedreamiento público, en España vas a tener al menos la mitad de los medios mirando hacia el otro lado, clamando y tú más o defendiendo el absurdo que sólo es inmoral si se ha cometido un delito.
Un ejemplo hoy. El Mundo ha ignorado las alegres aventuras del tesorero del PP, concentrándose en cambio en las igualmente delirantes piruetas de la familia Chaves por Andalucia. El ABC daba la noticia, pero sin condenarla o criticar nada en el editorial; informa sólo del hecho, no del fondo de la acusación. La Razón habla de estrategia política. Curiosamente sólo el eternamente fantasioso Libertad Digital responde como debería hacerlo todo el mundo: criticando con furia. Por descontado, la misma estulticia proteccionista se aplica al País y Público al hablar de las aventuras de Chaves. Cierto, no está en los juzgados, pero el caso huele casi igual de mal.
Los medios españoles tienen un sentido de lealtad al partido surrealista. No sé si será por el mendigueo de concesiones, publicidad institucional o una tendencia innata a hacer la pelota, pero un político del partido afín tiene que pegarle tortas con un bate a una viejecita delante de las cámaras para que se atrevan a decir algo. La crítica sólo emerge cuando están intentando jugar a coronar reyes – y demasiado a menudo, están persiguiendo alguna emisora de radio.
Estados Unidos no es un modelo ideal en casi nada; los medios de comunicación, de hecho, son casi siempre horribles. Cuando un escándalo estalla en los morros de un político de forma más o menos obvia, sin embargo, aquí no hay quién se reprima: todos, sin excepción, se lanzan a soltar tortas al pobre tipo, sea algo serio o no. Así tenemos casos como el de Elliot Spitzer, que tuvo que dimitir por algo relativamente menor (irse de putas), o Rod Blagojevich, que se convirtió en materia de mofa y escarnio general de inmediato, sin que nadie quisiera acercarse a él ni para preguntarle la hora al cabo de diez minutos. Alguien como Camps en Estados Unidos sería una piñata nacional casi de inmediato; los periodistas se morirían de ganas por explicar cada una de sus hazañas y ponerse la medalla de su defenestración humillante.
Y no, no es cosa de los votantes. La inmensa mayoría de gente no lee tres periódicos, se baja los PDF con los autos judiciales o se preocupa de buscar demasiado. Si los medios no están apiolando a alguien de forma totalmente indiscriminada (algo parecido a lo que se llevó Bartolín, pero a lo bestia), el electorado dará al político el beneficio de la duda, o (aún peor) acabará con eso que «todos son iguales» y lo ignorará. Los medios españoles deben hacer un esfuerzo real y sólido de separar la parte editorial de la parte de negocio, y hacerlo cuanto antes. Ahora mismo, están haciendo casi tanto daño al sistema como los políticos.
Los partidos, por cierto, deberían tomarse esto más en serio. El PP, de hecho, debería tomar nota de lo que le pasó al PSOE en 1996, cuando los medios finalmente se cebaron como debían en los casos de corrupción. Los votantes no discriminaron entre ex-ministros limpios y sucios; toda una generación de potenciales sucesores de González pasaron a ser radioactivos durante años. Una de las cosas más importantes que tiene un partido es su reputación, su imagen de marca; es algo que tienen que cuidar con mimo. Ocultar, cubrir, proteger a potenciales cadáveres políticos es una mala idea, porque daña esta confianza a largo plazo. Si el PP no se protege, le puede salir caro.
¿Por que los corruptos siguen en el poder? la respuesta es la prensa…
Los medios españoles tienen un sentido de lealtad al partido surrealista.[…] Un político del partido afín tiene que pegarle tortas con un bate a una viejecita delante de las cámaras para que se atrevan a decir algo.[…] Estados Unidos no es un m…
Excelente artículo! Estoy totalmente de acuerdo, la parcialidad de los medios es pasmosa, de no ser por los medios de comunicación alternativos viviríamos entre mentiras.
Un cordial saludo
Supongo que, hoy en día, nadie se atreve a ser el primero en empezar a criticar a los suyos.
En el panorama que tan bien describes, la hipócrita obcecación suele tener incluso réditos políticos. Ya se sabe: el país del victimismo, las «envidias» y el «no emmendalla». Tal como dejé escrito en los comentarios a una de tus entradas, mientras una sentencia firme (y aun así…) no abra los ojos, aquí no se admite nada, ni el delito ni el error. Sepulcros blanqueados para la mayoría, y el resto, tachados de necrófagos, o vampiros, para arriba.
¿Y qué podemos hacer? Yo por Internet estoy harto de verlo, multitud de medios interneteros ponen lo mismo. Todos estamos de acuerdo. De hecho, gracias a toda esta información, mis decisiones sobre mis elecciones y decisiones en cuanto a la vida pública varían. Y menos mal, si no fuese por esto estaría ciego.
Pero ¿qué podemos hacer para acabar con esto? Si la mayoría de los españoles no leen ni siquiera un periódico ¿cómo van a leer los blogs que considerarán sesgados por ser la opinión de una sola persona y no de un grupo fuerte? ¿Cómo conseguir que la opinión pública sea crítica con quienes nos están jodiendo? Creo que, hoy en día, es IMPOSIBLE. Tendrán que pasar varias generaciones para que veamos y leamos algo más que lo que sale en la televisión y en los periódicos y muchas más para que entendamos algo y, ya veremos si actuaremos algún día.
No quitemos tampoco responsabilidad al ciudadano de este país… hay un dicho por ahí que afirma que un pueblo tiene los políticos que se merece.
Bien sea por influencia de los medios (estoy de acuerdo con tu entrada en esto), o bien porque aún somos jóvenes (eternas promesas, como Guti…) en esto de la Democracia, en España la gente vota a «su partido» independientemente de lo cubierto de mierda que esté uno o varios de sus dirigentes. Este comportamiento se acentúa según nos vamos acercando al ámbito local: es como una reacción cerril de «cerremos filas, que vienen a por los de nuestra tierra»…
Está desde el que mira para otro lado, el que vota tapándose la nariz… o incluso el que vota con más ahínco si cabe a los suyos… pero el caso es que se prefiere esto a conceder el beneficio de la duda al «adversario», puesto que al adversario se le suele tener por ladrón, mentiroso, desastroso gestor, fascista, comunista, caja de pandora, futura ruina de España… algo en que los medios, una vez más, tienen mucho que ver (me apunto con Citoyen, si no a matar periodistas, sí a correrles por el pueblo cubiertos de plumas finalizando en el vertedero…)
No nos damos cuenta de qué sano sería para la Democracia un castigo en las urnas a un partido o candidato que haya cometido tropelías, aunque sea el tuyo… y cuánto daño hace que los Fabra, los Camps y (posiblemente) los Chaves vuelvan a arrasar en unas elecciones a pesar de lo que les está cayendo.
PD: Gracias por tus comentarios a mi última entrada sobre Modelo Productivo… estoy abrumado.
Esto mismo está creando un desencanto general en la población y un escaso interés en política sobretodo en los jóvenes, con la pésima clase política unida a unos medios incapaces de ser mínimamente objetivos dentro de la subjetividad.
En este sentido estamos notablemente por detras del resto de países europeos.
Muy buena reflexión.
Sin conocer demasiado bien el caso de Chaves, me parece que no tiene la gravedad que se le quiere dar: yo la impresión que he sacado es que se trata de un simple caso de «colocar» un pariente. Sí, huele mal, pero hasta en la corrupción hay grados.
En Andalucía en cuanto a colocar al pariente estamos ya curados de espanto. Por desgracia, como dije hace tiempo en un comentario (no recuerdo si en este blog o en el antiguo), la administración andaluza ha caído en una concepción patrimonialista que hace que los políticos y los cargos intermedios den por hecho que pueden mangonear como quieran. Sin robar demasiado, claro, que eso queda feo, pero instalados en un clientelismo generalizado que podríamos llamar corrupción de baja intensidad.
El PP debería haber ganado las elecciones andaluzas en el 96 o en 2000. Si no lo hizo fue fundamentalmente porque el PP andaluz es un ejemplo de incompetencia electoral (véanse los abundantes artículos de Geógrafo Subjetivo en ese sentido).
Hablando de El Mundo y el tesorero del PP:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/16/opinion/16142776.html
Hay esperanza, oigan, sean optimistas de vez en cuando.
siempre estamos en las mismas aqui en españa, ¿no nos damos cuenta o que? parecemos subnormales, como si aquí no pasara nada.
Hay que empezar por cambiar la ley electoral para que no tengan siempre los mismos más facilidad para SEGUIR en el poder
La prensa en este país, a veces, actua con mucha similud a como lo haría un grupo mafioso, conozco de primera mano, el caso de un medio de comunicación que directamente amenazó a un amigo para conseguir de éste una parte del pastel económico correspondiente a una administración pública. Se supone que ese medio era de la misma cuerda idológica que la administración en cuestión, sin embargo, no dudo en usar el chantaje para beneficiarse económicamente. Este ejemplo real explica muchos comportamientos, especialmente incomprensibles de nuestro «ilustre» 4º poder.
[…] leyendo este interesante post sobre como la prensa tapa (o no descubre) los trapos sucios del partido al que apoya (ahora vivimos […]
Aquí echo en falta una parte de la argumentación, y es la responsabilidad de los ciudadanos al recurrir a esos medios. Que no estamos en una dictadura donde sólo haya un canal de comunicación controlado (o por lo menos empezamos a no estar en algo parecido).
Y por otra parte, creo que no es tan fácil engañar a la gente; aunque esto es una opinión, me da a mí que no es que la gente crea que Camps (o Chavez) no son corruptos, es que no les importa tanto.
En cualquier caso, me gusta mucho que haya conversación en torno a estos temas.
Un saludo.
Sin conocer demasiado bien el caso de Chaves, me parece que no tiene la gravedad que se le quiere dar
Nada, simplemente una subvención de 10 millones de euros (yo la 1ª vez que leí la noticia sobreentendí que eran pesetas y aun así me eché las manos a la cabeza) a la empresa de la que Paula Chaves es apoderada (y cuya facturación anual es, creo recordar, 20 veces menos que la anterior cifra, para que nos pongamos en contexto) por parte de un Consejo de Gobierno presidido por… Manuel Chaves.
Con la ley andaluza en la mano, sólo por esto la pena es inhabilitación para cargos públicos por un periodo de 3 a 10 años, con independencia de lo que se halle probado y se añada a la pena (tráfico de influencias, prevaricación, cohecho, malversación…).
Peccata minuta.
Ya, salvo por el detalle (peccata minuta) de que la subvención se concedió antes de que entrara a trabajar en ella.
Lo de Chaves no tiene nombre, pero aquí, en Andalucía ya nos hemos acostumbrado a las cacicadas de estos neocaciques que no neoprogresistas que son los señoritos del PSOE, escribo esto desde una posición de izquierdas pero he conocido tan de cerca el comportamiento caciquil y sectario del PSOE andaluz, que a veces no se si votar al PP para conseguir mandar a esta gentuza a su casa, pero claro, luego oigo argumentar al señor Sanz y al señor Arenas y piienso mejor arrojo mi papeleta al WC. al menos allí no hará daño.
Ya, salvo por el detalle (peccata minuta) de que la subvención se concedió antes de que entrara a trabajar en ella
Cómo?? La subvención se aprueba en Consejo de Gobierno el 20-1-09, P. Chaves era trabajadora de allí al menos desde noviembre de 2008.
[…] Camps estaba haciendo cosas que no son aceptables en un cargo público. Hasta que en España la prensa no se tome esto en serio, no habrá nada que hacer en la lucha contra la […]
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[…] unos días Roger Senserrich indicaba esto mismo señalando a los medios de comunicación como responsables, en parte, de que la […]
[…] unos días Roger Senserrich indicaba esto mismo señalando a los medios de comunicación como responsables, en […]
[…] contra los medios. Editoriales como este del ABC no sólo son una estupidez; son una estupidez peligrosa. Camps se ha librado de la imputación en base a un espectacular pirueta lógica de un tribunal […]
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[…] durmiendo con la cabra de la legión, aquí no dimite ni Dios. En el pasado he intentado buscar una explicación sobre por qué esto sucede, con más o menos éxito, pero la verdad se me había pasado la más […]