Quizás será que ha dejado de sorprendernos. Lo cierto es que la blogosfera hispana ha hablado bien poco del espantoso tiroteo en la universidad Virginia Tech, que ha acabado con 32 muertos y el suicidio del estudiante enajenado que decidió irse al otro barrio haciendo el número. Los medios de comunicación americanos, nunca perezosos a la hora de buscar carnaza, prácticamente no hablan de otra cosa, y los políticos locales reaccionan tratando de parecer muy ocupados hablando del tema de siempre, las leyes de posesión de armas de fuego en Estados Unidos.

El debate más extraño de la política americana vuelve a primer plano, como cada vez que hay más de 10 muertos en algún tiroteo. ¿Es de veras un tema relevante? ¿Son las armas de fuego un peligro real? Veamos.

Empezaremos por la pregunta más sencilla, la relevancia política del asunto. Las leyes de control de armas de fuego en este país son una de esas rarezas
que los sistemas democráticos provocan de vez en cuando, derivadas del hecho que el voto es un instrumento un poco torpe a veces para dar opiniones. Tradicionalmente, más de la mitad de los americanos están a favor en todas las encuestas a que se controle el acceso a las armas de fuego en menor o mayor medida, con ligeras variaciones siguiendo el nivel de criminalidad (el hecho que estos mismos niveles serían considerados horripilantes en cualquier país europeo, por cierto, lo dejo para otro día).

El problema, en este caso, es de intensidad de preferencias. Existe un relativamente pequeño grupo de votantes que tienen el derecho a llevar armas como algo sagrado (sobre un 10%, aunque no hay datos claros), y que siempre votan basándose en la posición de los candidatos en este tema. El electorado a favor de imponer ciertas restricciones,
sin embargo, no hace lo mismo, prestando atención antes a otras cosas; como resultado, hablar de ello es un campo de minas político considerable. No hay político con ganas de sacrificar votos apoyando algo vagamente popular, pero potencialmente tan dañino, así que las leyes no cambian demasiado. Repetimos, por tanto, la paradoja de la minoría dominante, aunque en un contexto bastante distinto.

La cuestión central, y que parece siempre llevar a infinitos debates circulares, es si las restricciones o permisividad en la tenencia de armas de fuego afecta al nivel de crimen. Responder esta pregunta, como de costumbre, es bastante complicada, en gran parte porque no hay datos decentes, y cuando los hay estos son muy difíciles de controlar bien.

Lo habitual para los defensores del derecho a llevar armas es señalar que la variación de los niveles de homicidios dentro de Estados Unidos parecen seguir bien poco la dureza de las leyes. Exponer los datos a simples correlaciones, sin embargo, es falaz, ya que la libre circulación dentro del país hace cualquier prohibición poco efectiva. Más allá de eso, hablar de crimen sin tener en cuentra otros factores sociales (desigualdad, densidad, paro, uso de drogas, gasto policial) es una tontería estadística profunda, ya que las cosas se rompen rápido cuando uno omite variables. Compilar una base de datos con todo eso es factible, evidentemente, pero no conozco a nadie tan masoquista para hacerlo bien.

Los críticos, por supuesto, son iguales de felices entrando a saco con datos igualmente torpes, empezando por las estadísticas comparadas a nivel internacional. Sí, los niveles de asesinatos en Estados Unidos son horribles ( peores que Bulgaria, por ejemplo, y más de cuatro veces los españoles), pero fijándose
en estas cosas uno sólo repite los errores anteriores, con el agravante de mezclar a veces diferentes definiciones. Basta con coger homicidios para ver como la correlación cae en picado, aunque siga existiendo. y sí, la correlación es una técnica estadística profundamente chapucera en este caso.

Cuando un incidente tan grave como el de Virginia sucede, sin embargo, lo cierto es que todos estos datos son bastante irrelevantes. Lo cierto es que la proporción de potenciales maníacos homicidas por países es bastente probable que no tenga grandes diferencias; siempre hay un porcentaje pequeño, minísculo de gente que está potencialmente como un cencerro, y si no recibe tratamiento puede perder los nervios algo serio. Lo sucedido el lunes es, a buen seguro, uno de estos casos; una anomalía estadística derivada de la propia fragilidad mental que ocasionalmente tenemos los seres humanos.

Si no hubieran sido pistolas, Cho Seung-Hui hubiera utilizado un machete, gasolina, fertilizante o alguna otra burrada semejante, pero hubiera hecho alguna bestialidad igualmente. Quizás algo tan simple como una tonelada de Prozac y una sanidad pública que lo hubiera tratado hubiera evitado el problema, pero el control de la posesión de armas de fuego no hubiera cambiado nada.

Lo cierto es que en el debate eterno de la política americana, no hay respuestas claras. El hecho que casi todo el resto del mundo haya ido en dirección contraria es quizás significativo, pero no podemos decir que el hecho de poder tener un revólver o no sea tan relevante. Y la verdad, no parece que vayan a cambiar las cosas.


7 comentarios

  1. Anonymous dice:

    De acuerdo. Un pequeño inciso. Tienes razón al afirmar que este chico habría utilizado cualquier otra cosa para cometer sus crímenes. Sí, seguramente. Pero no estaría de más ponérselo un poco difícil. Con un machete no hubiese alcanzado ni a tres. Otro inciso. Es cierto, comparto la idea de que la proporción de «homicidas potenciales» es similar en la mayoría de países. Sim embargo, no he visto muchos en los que se produzca este tipo de asesinatos masivos con tanta frecuencia como en el Sam’s Country (si nos referimos claro está a países «occidentales»). El agravante está en que además sufren los crímenes que azotan al resto. La modificación de la ley de posesión de armas quizás no solucionaría el problema, pero ayudaría. Al fin y al cabo, estos vástagos solo imitan la actitud de sus tallos paternales.

    – Descarte –

  2. Egocrata dice:

    Dicho de memoria, y sin usar Google, recuerdo en los últimos años una masacre en una escuela en el Reino Unido (Dumblane, Escocia), otra el Alemania (Erfurt, con 18 muertos), y un loco que se cargo ocho en Francia, todos con armas de fuego.

    No es que la locura con armas de fuego sea una cosa exclusiva de EUA, la verdad. Es cierto que las barreras a la entrada al frénesi ramboide son más altas en el resto del mundo, pero no estoy seguro que comparando EU15 con EUA te salga una cifra demasiado distinta.

    Por cierto, he dejado fuera el argumento más cómico de los defensores de las armas, que dice que si Virginia Tech no hubiera prohibido tener armas en el campus, algún otro estudiante hubiera respondido con plomo al agresor…

  3. Santi Benítez (Sun_Tsu) dice:

    Egocrata, espera, espera… En Estados Unidos muere una persona por heridas producidas por arma de fuego cada ocho ( 8 ) minutos. Es decir, la media mensual de asesinatos por arma de fuego en el país de las barras y estrellas, el país de la «libertad«, es de 5.400 personas de bellón (Esto son datos objetivos sacados de aquí. En donde también te puedes encontrar con que en ese mismo gran país cada 11 segundos se denuncia el maltrato de un niño, cada 15 segundos se arresta a un niño, cada minuto una adolescente da a luz un bebe, cada 2 minutos nace un bebe con bajo peso, cada 3 minutos da a luz una mujer que no ha recibido atención prenatal, cada 17 minutos muere un recién nacido, cada dos horas muere un niño por disparo de arma de fuego, cada dos horas un niño es víctima de homicidio, cada 8 horas una persona menor de 25 años muere de SIDA, cada 24 horas mueren 4 niños por maltrato o que en el mismo periodo de
    tiempo 13.700 niños son víctimas de maltrato y descuido. Estos datos están corroborados por Prevent Child Abuse Texas). No creo que sea necesario recordar aquí que los médicos militares hacen prácticas en las urgencias de los hospitales de Washington y Nueva York para obtener experiencia real en heridas por arma de fuego. El patio está de tal manera que hace poco se discutía en tres estados si dar un arma a cada profesor, si así lo solicitaba, para que se defendiera y defendiera a sus alumnos en caso de agresión en las aulas…

    Aquí el problema no es que los políticos de turno no estén interesados en imponer normas restrictivas a la compra de armas porque existe una nebulosa electoral sobre el tema. Eduardo Galeano se hacía la siguiente pregunta en «Patas arriba. La escuela del Mundo al reves» – SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES(1998), «¿Alguien se atreve a calcular la
    crisis económica que afectaría a Estados Unidos si, de repente, no hubiera ningún conflicto armado en el mundo que estuviera alimentado con sus armas?
    «. El mercado de armas cortas en Estados Unidos mueve tal cantidad de dinero y alimenta a tal cantidad de lobbys que es imposible siquiera intentar plasmar restricciones a su venta en leyes efectivas – lo de la constitución es una excusa como otra cualquiera que esgrime ese 10% de la población de la que hablas-.

    Estamos hablando de alrededor de 190 millones de armas cortas legales en el país – el número de armas no legales lo triplica según la ATF. Si hacemos una simple multiplicación de 20$ por arma – que evidentemente cuestan más dinero- nos encontramos con un mercado de 3.800 millones de dólares. Y a buen entendedor pocas palabras bastan.

    Iba a hacerte aquí una reflexión sobre el sistema penal estadounidense y la irrefutable influencia que existe entre la dureza de las penas legales impuestas con respecto a la magnitud de
    los crímenes existentes. También quería decirte algo sobre el sistema social y económico que existe en el país de las barras y las estrellas, y la existencia de criminalidad – bajo mi punto de vista la criminalidad, en gran parte de los casos, está aparejada con la marginalidad, la necesidad y la falta de oportunidades-, pero creo que lo voy a dejar para otro día.

    Ôo-~

  4. zarevitz dice:

    Supongo que para avanzar en la definición de una buena política, lo que tendríamos que hacer es sopesar estos hechos (los que verdaderamente se deban a la libertad de portar armas; supongo que este asesino podría haber comprado las suyas en el mercado negro igualmente), sopesar, digo, estos males con los beneficios que produce: ¿cuántos delitos se evitan cada año gracias a que la gente lleve armas?

    Ya había una ley prohibitiva: en esa universidad estaba prohibido llevar armas. Había otra, la ley ya prohíbe el asesinato. Pero el asesino incumplió ambas.

    Cabe preguntarse qué habría pasado si el profesor Librescu, en lugar de ponerse a sí mismo como parapeto para que huyeran los estudiantes, hubiese tenido un arma y un mínimo entrenamiento. Quizá habría podido ayudar más.

  5. Egocrata dice:

    O quizás en el campus habrían más crímenes pasionales con armas de fuego, al haber más gente con ataques de celos y artillería de fácil uso a mano.

    La cuestión es, diseñar la política de armas de fuego en base a lo que es un problema de sanidad pública (salud mental) de un individuo altamente anómalo es una tontería. Es como decir que se deben prohibir los trenes de cercanías porque sucedió el 11-M.

    Santi, sobre las estadísticas que das, es un país de 300 millones de habitantes. Deberías comparar esos datos con la UE15, y verías que de hecho no son tan exagerados. Sí, son peores que en Europa, pero coger los datos de ese modo es pecar de sensacionalismo.

    Encima, el país es muy diverso. Detroit es tan peligrosa como Méjico DF, pero Maine es más segura que Suiza. Ya me dirás.

  6. Tirky dice:

    No estoy de acuerdo, en que cho hubiese hecho igualmente una burrada si no hubiese dispuesto de acceso fácil a las armas. Un arma de fuego es una forma muy fácil de matar. Nada comparado con cualquiera de las otras alternativas. Proporciona un poder y una fuerza al que la porta muy superiores a cualquier otra cosa.

    Y por cierto en mi blog tengo ya dos entradas hechas sobre el tema. Donde pongo mi parecer al respecto. Eso de que la blogosfera hispana no se ha preocupado… yo creo que sí. De hecho no llevo más que leyendo en blogs españoles posts sobre el tema.

    Para mi resulta obvio que la facilidad en el acceso de las armas facilita que se cometan esas barbaridades que en muchos casos jamás se podrían cometer. Justamente el ejemplo de Cho es un ejemplo de una atrocidad que de no tener acceso a las armas no hubiese podido cometer. Porque comprarlas en el mercado negro ya no es lo mismo, hay que relacionarse con el hampa etc. Aunque claro con la tenencia lícita me
    atrevo a imaginar que en EEUU el mercado negro de armas será bastante mayor que aquí.

  7. zarevitz dice:

    tirky: cuando el Estado reconoce una libertad, es posible que, además de beneficios, se produzcan abusos y perjuicios. Desde mi punto de vista, la clave está en ver si los perjuicios superan a las beneficios.

    Toma el caso de la libertad de expresión. Si el Estado la reconoce y, por consiguiente, cualquiera puede publicar lo que quiera sin una censura previa, resulta más fácil que, por ejemplo, se cometan delitos de injurias y calumnias. Si, por el contrario, el Estado no reconociese esa libertad y, de este modo, sometiese cualquier publicación a censura previa, se dificultaría —siguiendo tu argumento— la comisión de esos delitos: habría quienes los cometerían igualmente (saltándose la ley de censura previa y la ley contra injurias), pero la censura podría representar algún obstáculo.

    Puedes concluir diciendo que el reconocimiento de la libertad de expresión favorece la comisión de delitos de injurias. Bien, sí, vale; pero quienes defendemos la libertad de
    expresión no lo hacemos porque pensemos que estas cosas no ocurren. Al contrario: defendemos la libertad de expresión porque creemos que, a pesar de los males que pueda favorecer en un momento dado, los beneficios que produce superan ampliamente los perjuicios.

    La retórica de los perjuicios me parece insuficiente. Para limitar una libertad, deberían sopesarse los perjuicios y los beneficios. En el caso de la libertad de tenencia de armas, debería sopesarse —si hay datos disponibles— cuáles/cuántos son los delitos que se ven favorecidos por culpa de esta libertad (por culpa de que los delincuentes puedan tener un más fácil acceso a las armas) y cuáles/cuántos son los delitos que son prevenidos y evitados gracias a ella, gracias a que la ciudadanía cumplidora de la ley pueda protegerse eficazmente.

    Quizá la conclusión sea igualmente la tuya (que debe eliminarse esta libertad), pero creo que la argumentación debería ser otra.

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